La cosecha de fruta en Aragón en la próxima campaña será de media un 13 por ciento inferior a la del pasado año, ya que baja en todas las variedades, salvo en la cereza, que se incrementa un 15 %, y supondrá por tanto una reducción en el número de las contrataciones.

Así lo ha puesto de manifiesto el responsable del sector de la Fruta y del área de Relaciones Laborales de UAGA, Vicente López, en una rueda de prensa en la que ha estado acompañado del responsable del sector frutícola en la Comisión Ejecutiva de la organización agraria, Francisco Ponce, y la responsable técnica de Relaciones Laborales, Pilar Osta.

Aunque el invierno ha sido bueno con las horas de frío necesarias para producir una fruta de calidad, una primavera fría y anómala ha implicado un retraso de quince días en el inicio de la campaña y ha supuesto una merma en la cantidad de fruta, no solo en Aragón, principal productora del país, sino en toda España y Europa, ha señalado López.

UAGA estima que la producción de cereza ascenderá a 41.500 toneladas, un 15 % más; a 21.000 la de albaricoque (-12 %); 280.000 se recogerán de melocotón (-15 %); 167.381 de nectarina (-16 %); 7.500 de ciruela (-27 %), 72.000 de manzana (-19 %) y 65.500 de peras (0 %), lo que supone un total de 654.881 toneladas de fruta de calidad buena pero no excepcional debido a las lluvias y al granizo.

De Europa, UAGA ha destacado la caída del 9,5 % de la producción en Francia así como el incremento en un 19 % de la cosecha en Grecia, que alcanzará las 810.000 toneladas, principalmente debido a la producción del melocotón amarillo con la consiguiente repercusión negativa en la industria conservera y en los precios.

No obstante, López espera que en España la reducción de la cosecha contribuya a que los precios "no sean un desastre" como ocurrió el pasado año que supuso que el pago al agricultor fuera "un 50 % por debajo de los costes de producción".

Según López, el problema de los precios se debe a la "mala estructuración del sector "con grandes canales de distribución "bien organizados, que saben a qué juegan" frente a la desestructuración y diseminación de los productores.

No obstante, Francisco Ponce ha advertido que la propuesta del Ministerio de Agricultura de crear estructuras más grandes para unificar los procesos y tener más fuerza presenta un riesgo "según quién controle las estructuras".

En el ámbito laboral, la contratación de este año será similar a la de 2014, con una media de 18.000-21.000 trabajadores de media en el mes de junio.

Según Osta, la de 2017 fue una campaña "excepcional" en el volumen de fruta pero que implicó una bajada de los precios y un aumento de la contratación de un 7,19 %, el doble que el año anterior, con un total de 14.165,88 altas en la Seguridad Social.

Los meses de mayo a septiembre fueron los de mayor contratación y junio, con 24.286 trabajadores, el periodo con más altas en el sector, y es la provincia de Zaragoza, con 57,8 % la que aglutina el mayor número de contrataciones.

En Aragón, los trabajadores procedentes de Rumanía, Marruecos, Pakistán, Senegal y Argelia son las principales nacionalidades de contratación.

El intervalo de edades ronda entre los 20 y 50 años y los hombres representan el 70 % de los trabajadores.

UAGA cree que en determinadas comarcas y momentos puntuales se puede producir una falta de mano de obra debido al alargamiento de la recolección en el sur, por lo que desde la administración se le ha ofrecido a los agricultores realizar ofertas de trabajo en el INEM que Ponce no ve factible por la premura de tiempo que exige la recogida de fruta.

Respecto a las exigencias de mejorar la calidad y dulzor de la fruta, Vicente López ha reconocido que los productores se han preocupado por la competitividad pero han "olvidado el sabor", si bien, ha subrayado que, aunque los agricultores están dispuestos a recoger la producción más madura, las grandes cadenas "no quieren problemas" en su línea de negocio.

Desde UAGA se ha hecho asimismo hincapié en los problemas estructurales que arrastra el sector desde 2007 con los precios "en caída libre" y ha advertido de que las medidas de arranque que se proponen no son "la mejor solución" salvo para el agricultor que esté próximo a la jubilación, ya que en caso de "arranque indiscriminado" a quien afectará será a los pequeños productores, "no a las grandes empresas que son las que han distorsionado el sector", ha subrayado Ponce.