La comisión del Pacto de Toledo reunida ayer fue el escenario de las tensiones partidistas a propósito de las pensiones. Mercé Perea, representante del PSOE, presentó una protesta formal por el anuncio, al margen del Pacto de Toledo y del diálogo social, de la ministra Fátima Bañez sobre el aumento de los años cotizados para calcular la pensión. Este argumento fue utilizado asimismo por el PP para atacar la propuesta Pedro Sánchez de fijar un impuesto a la banca.

«Hasta que Pedro Sánchez no ha puesto encima de la mesa un papel negro sobre blanco, aquí nadie se ha puesto nervioso», dijo Perea tras la reunión, y tachó de «frívolas» las declaraciones de la presidenta de la comisión, Celia Villalobos, instando a los jóvenes a ahorrar dos euros diarios para su pensión.

Perea pidió que la propuesta se presente formalmente en la comisión y que cualquier otra que se tenga en cuenta vaya apoyada por una valoración económica. Carlos Bravo, secretario de Protección Social de CCOO, exigió al Gobierno que lo plantee en la mesa de diálogo social sobre pensiones y la Comisión del Pacto de Toledo, con compromisos «claros» de financiación del sistema y la corrección de los efectos negativos de la reforma del 2013.

El diputado del PP en la comisión, Gerardo Camps reconoció que la necesidad de aumentar el cómputo de años más allá de los 25 que se exigirán en el 2022 ya figura en las recomendaciones del Pacto, y aclaró algunas de sus consecuencias. Así, los trabajadores con carreras largas de cotización (alrededor de 35 a 40 años) podrían tener la opción de descartar un número de años que consideren les pueden perjudicar en el cálculo de la pensión. La aplicación sería gradual, como la ampliación de la edad de jubilación y periodo de cómputo.

La voluntariedad de la que habló Báñez se acotaría, según Camps, a que el trabajador decida si le aplican el nuevo cálculo al inicio de su jubilación o gradualmente. Sin embargo, el PP sigue sin aclarar si la resta de años desfavorables sería al comienzo, al final o en medio de la carrera laboral.

Bañez habló de los años finales en el caso del trabajador despedido casi al final de su carrera laboral y que ha tenido que hacerse autónomo y cotizar por el mínimo que marca este régimen especial. Sin embargo, es al inicio de la carrera laboral cuando se cotizan por bases más bajas por tener salarios menores.

Apoyo

La Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) y los partidos Ciudadanos y PDECat apoyaron la idea del PP, si es gradual y voluntaria. Lorenzo Amor, presidente de ATA, calcula que mejoraría «entre el 12% y el 15%» la pensión media de jubilación de los autónomos. En su opinión, siempre que sea voluntaria y se aplique cuando sea «rentable», se trata de una «buena medida».

Para Toni Roldán, portavoz de Ciudadanos, la iniciativa de Báñez es «positiva» y «de justicia», aunque señaló otros temas más prioritarios: la falta de ingresos de la Seguridad Social y la precariedad laboral.