El mundo actual adormecido por nuestras miserias cotidianas se encamina hacia un nuevo Medievo. Un mundo bipolar en donde muy pocos ostentarán el poder y una gran masa sobrevivirá aletargada y sin atisbo alguno de conflicto social. Los escalofriantes datos de paro estructural y juvenil (con una tasa superior al 55%) en España así lo constatan.

El sociólogo, economista y escritor estadounidense, Jeremy Rifkin (Paidos, 1996), ya postulaba el fin del trabajo... ¡hace dieciocho años!, situándolo en los albores del despegue tecnológico que desembocaría en la burbuja de las punto.com, la posterior quiebra del sector inmobiliario y la actual catarsis del sector público, atiborrado de déficit y deuda.

Pero no solo académicos han denunciado este nuevo orden social. El dibujante David Lloyd y el escritor Alan Moore con (V de Vendetta, Planeta 2010), el británico Aldous Huxley con Un mundo feliz (Debolsillo, 2003) o el norteamericano Ray Bradbury con Farenheit 451 (también en cómic de Tim Hamilton, 451 Ediciones, 2010). Y George Orwell. El escritor inglés nacido en la India británica es de sobra conocido por su novela-fábula satírica Rebelión en la granja (Debolsillo, 2013) ó 1984 (Debolsillo, año 2013).

Sin embargo, sus artículos de prensa no lo son tanto pero no por ello menos valiosos (y necesarios). George Orwell es un escritor antipático para el poder. Orwell, que se consideraba "de izquierdas por convicción y de derechas por temperamento", es denostado por muchos de ambas facciones.

Por eso, la reciente publicación de George Orwell. Ensayos (editorial Debate, 2013), que recopila su monumental obra periodística, es una grandísima noticia. Todo un oasis intelectual entre tanto tuiter banal, capcioso y maligno. ¿Qué pensaría George Orwell del mundo actual? se pregunta la periodista y escritora Irene Lozano en su brillante prólogo. Sin duda, pasaría a la acción.