El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, anunció ayer que el Gobierno preparará una regulación que garantizará que los negocios digitales tributan por la actividad y los beneficios que obtienen en España aunque su domicilio fiscal esté en otro país. En su intervención en la convención sobre pymes y autónomos organizada por el PP, Rajoy recordó algunas medidas puestas en marcha para avanzar en la transformación digital de la economía, un día después de la creación del grupo interministerial que trabajará en este campo.

El jefe del Ejecutivo aseguró que se regulará la fiscalidad para evitar el uso de los entornos digitales «como fuente de elusión tributaria». «No vamos a consentir que se alteren las reglas de competencia entre los nuevos negocios digitales y los negocios tradicionales», añadió.

El presidente del Gobierno recalcó que un negocio digital «pagará impuestos en España sea donde sea su domicilio» y tributará por las «actividades y beneficios que recibe en España, y no en Luxemburgo».

DIFERENTE TRIBUTACIÓN

A pesar de las disparidades entre los países de la Unión Europea (UE), los negocios de la economía digital están sujetos a un tipo impositivo efectivo del 8,5% frente al 20,9% de las empresas más tradicionales locales o el 23,2% de las multinacionales, según el estudio del Ejecutivo comunitario.

En España, Amazon, Apple y otras empresas de este tipo pagaron en el 2016 unos 27 millones de euros en concepto del impuesto de sociedades, el 70% más que en el 2015, aunque aún está por debajo de lo que las autoridades tributarias consideran que debería ser. Parte de las ventas reales de estas empresas se derivan hacia sedes en zonas de tributación mucho más ventajosa, como Irlanda y Luxemburgo, con complejas estructuras societarias.

Y es que las normas tributarias actuales «fueron diseñadas para una economía tradicional y no pueden capturar actividades que se basan de forma creciente en activos intangibles y datos», destaca el informe comunitario. Estas características facilitan las transacciones on line sin presencia física. La Comisión alerta de que las medidas unilaterales por países amenazan con crear «nuevos obstáculos y escapatorias en el mercado único». Es por esta razón que Hacienda no ha querido hasta ahora establecer un impuesto temporal. El departamento está a la espera de los avances de los trabajos que llevan a cabo la OCDE y los principales países europeos para acordar un nuevo sistema de tributación que haga que los gigantes de internet paguen los impuestos allá donde recogen los beneficios.

La Hacienda española sigue con su estrategia de controles y regularizaciones en la medida de lo posible, a la espera de esos acuerdos internacionales.