Las movilizaciones en defensa del sistema público de pensiones van en aumento en pleno debate político sobre el futuro y la sostenibilidad del retiro. Al grito de «Rajoy nos roba la pensión», alrededor de 200 personas se concentraron ayer en Zaragoza, en el marco de una convocatoria nacional impulsada por CCOO, a las puertas de la oficina del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) situada en la céntrica calle Doctor Cerrada. La pérdida de poder adquisitivo que sufren, cuyas prestaciones se revalorizarán en el 2018 un exiguo 0,25% por cuarto año consecutivo, genera indignación en este colectivo, formado en Aragón por más de 300.000 pensionistas.

«Hay personas que cobran pensiones ridículas de 600 euros y otras, que tras dedicar toda su vida a trabajar, con más de 45 años cotizados, no llegan a 1.000 euros. Los finales de mes se pasan con graves problemas económicos en muchas casas de jubilados», lamentaba Cristina Diaz, de 68 años, que fue la encargada de leer el manifiesto de la protesta en nombre de la Federación de Pensionistas y Jubilados de CCOO Aragón.

Sus palabras fueron recibidas entre vítores y aplausos por los congregados, que portaban una pancarta con el lema «No a los recortes. Por la defensa de las pensiones». Además de militantes de UGT que se sumaron a la protesta, había muchos antiguos sindicalistas curtidos en múltiples batallas laborales en sus empresas y centros de trabajo. Ahora su lucha es la de las pensiones. Reclaman que el Gobierno recupere el IPC como referencia para la subida de estas prestaciones -en el 2013 fue sustituido por el Indice de Revalorización de Pensiones (IPP)- para garantizar el poder adquisitivo, que en los últimos años se ha reducido entre el 6% y el 7%. También exigieron la puesta en marcha de medidas para sanear la Seguridad Social y asegurar el futuro del sistema público del retiro, a fin de que los más jóvenes se puedan beneficiar.

También participó en la concentración el líder de CCOO Aragón, Manuel Pina, para quien la última medida planteada por el PP sobre el cálculo de las pensiones «no acaba sirviendo de nada» si no arregla el problema de las personas que cobran prestaciones muy bajas. Para el sindicato, es necesario actuar a corto, medio y largo plazo, empezando por subir los salarios para hacer más sostenible el sistema.