El reto para la economía internacional, que aún intenta salir de la crisis, pasa por «incrementar la resiliencia (o resistencia) de las empresas y su capacidad para adaptarse a una visión a largo plazo». Jaime Caruana, director general del Banco de Pagos Internacionales expuso ayer su visión de cómo superar la Gran Recesión en una charla en la escuela de negocios IESE de Barcelona. A su juicio, pese al «viento de cola» que impulsa la economía, existen riesgos que pueden impedir que un crecimiento sostenible.

En este sentido, Caruana planteó que la crisis financiera no ha impedido que el endeudamiento de administraciones, empresas y familias haya crecido, mientras que la productividad no ha mejorado sustancialmente. Así, consideró que la política monetaria que se ha venido realizado en los últimos años ha sido adecuada y ha ayudado a esa recuperación, pero se queda corta. No obstante, ha habido un incremento de la deuda pública muy notable y del déficit público, que, a su juicio, hay que moderar. Por ello, esgrimió que se precisan reformas estructurales que ayuden a normalizar la economía.

Caruana, ejecutivo del banco central de los bancos centrales, cree que hay que normalizar los tipos de interés, si bien advirtió que habrá «baches» y admitió que son difíciles de prever. «Es un terreno completamente inexplorado porque nunca antes se habían tomado tantas medidas de política monetaria y tan intensas», argumentó.

El proceso de normalización, dijo, pasa por corregir las situaciones que incrementan los riesgos económicos. «El problema de los déficits es que traen niveles de deuda importantes, que actúan como vientos de frente, que empiezan a paralizar el crecimiento», indicó.

Caruana aseguró que el sistema financiero es más seguro, «pero con cierta prudencia», ya que se mantienen riesgos sistémicos, como la morosidad o lo tipos de interés negativos.