Los sectores que tradicionalmente han captado los ahorros de los españoles han perdido gran parte de su atractivo desde el inicio de la crisis. Hace tiempo que la vivienda dejó de ser una apuesta segura, por no hablar de los depósitos bancarios, cuya remuneración se ha reducido a marchas forzadas en los últimos años. Ante esta situación, cada vez más inversores deciden entrar como socios industriales en proyectos empresariales de futuro o, simplemente, prestar dinero a emprendedores con el único objetivo de rentabilizarlo en el medio plazo. Un refugio que poco a poco va ganando adeptos a pesar de que España aún está a años luz de otros países europeos.

Cinco de esas empresas de futuro se presentaron ayer en el IV Foro de Inversión, un acto que sirvió para cerrar la II Feria de la Financiación, organizada por la Fundación Aragón Invierte del Ejecutivo autonómico. Durante siete minutos, los cinco emprendedores expusieron sus iniciativas ante un grupo de inversores privados con el objetivo de conseguir apoyo financiero (en un claro contexto de restricción crediticia), pero también un compañero de viaje que les guíe en sus respectivos sectores.

Una nueva cultura financiera

Facilitar herramientas de financiación alternativas al crédito bancario o analizar los requisitos a la hora de conceder un préstamo, eran algunos de los objetivos de la feria, que a lo largo de dos días ha propiciado más de 2.500 contactos entre emprendedores y las 26 entidades asistentes, según las estimaciones de la DGA. Las empresas que acudieron al Auditorio destacaron la importancia de este tipo de actos para cambiar la cultura financiera en España, donde el peso de la financiación bancaria se acerca al 80%, frente al 30% de EEUU o el 50% de Alemania o Francia.