La compañía aérea de bajo coste irlandesa Ryanair anunció ayer que ha ampliado el número de vuelos cancelados previstos. En este caso, la nueva tanda de cancelaciones son para vuelos entre noviembre y marzo del 2018, es decir, para la temporada de invierno. Estas cancelaciones afectan a otros 400.000 pasajeros.

La compañía aseguró en una nota que dejará en tierra esta temporada de invierno 25 aviones (de un total de 400), lo que permitirá repartir mejor el personal disponible para operar el resto de vuelos. De esta forma, según la empresa, «rebaja el ritmo de crecimiento» del 9% al 4% para «eliminar todo riesgo de futuras cancelaciones». En la nota, Ryanair dice que no habrá más cancelaciones esta temporada de invierno ni la que viene de verano.

A diferencia de la anterior crisis, cuando canceló 2.200 vuelos con solo unos días de antelación, la nueva tanda de cancelaciones afectan a los vuelos programados entre noviembre de este año y marzo del 2018. Son más vuelos durante un periodo de tiempo superior, por lo que el número de afectados es mayor que en la anterior tanda: unos 400.000. Eso sí, al ser durante un periodo de tiempo superior, se da el caso de que «muchos de estos vuelos tienen reservas cero en este momento».

En total, hay 34 rutas en Europa afectadas por las cancelaciones. Las nuevas anulaciones, en este caso, no afectan a los aeropuertos principales de España.

No hay vuelos cancelados que operen en Zaragoza, Barcelona, Gerona, Reus ni Madrid, y las únicas rutas afectadas en España son Glasgow-Las Palmas y Sofía-Castellón. Los aeropuertos europeos más afectados son los de Hamburgo, Sofia y Trapani.

Ryanair ha querido atajar posibles problemas en los próximos meses al no conseguir cuadrar las vacaciones de sus pilotos. Ahora, eso sí, ataca el problema con mayor antelación. Según la firma, los 400.000 clientes ya han sido informados por correo electrónico de las cancelaciones, y se les ha ofrecido cambiar el vuelo o el retorno del dinero. Además, enviará un bono de 40 euros por trayecto contratado a los afectados para gastar en futuras reservas (hasta marzo del 2018), también a los 315.000 afectados de vuelos cancelados hasta finales de octubre.

El problema es que la compañía hasta ahora organizaba los descansos anuales de sus trabajadores entre abril y marzo del año siguiente. Ahora, por orden de las autoridades de aviación de Irlanda, debe hacerlo en el año natural, es decir, antes de fin de año.

El presidente de la compañía, Michael O’Leary, se disculpó por estas nuevas cancelaciones y subrayó que «alrededor del 99% de los 129 millones de usuarios de la compañía no se verán afectados».

ALITALIA / Por otro lado, la aerolínea irlandesa Ryanair anunció ayer que abandona sus planes de hacerse con Alitalia para «centrarse en arreglar» sus problemas con el calendario de invierno, que le ha obligado a cancelar más vuelos. En un comunicado, la compañía señaló que quiere «eliminar» todas las «distracciones de gestión», entre ellas «su interés en Alitalia». Es por ello que ha comunicado que no van a presentar «ninguna otra oferta por la compañía».