¿Tiene futuro la minería del carbón en Aragón? Nadie en el sector ofrece una respuesta clara y contundente debido a los múltiples condicionantes que pueden alterar las previsiones. El factor determinante para el mantenimiento de esta industria tradicional de Teruel reside en la térmica de Andorra, la que da salida a los lígnitos turolenses. Si la central sigue funcionando, Samca le acompañará. Es la única empresa extractiva que aspira a pasar el corte del 2018, año en el que por mandato europeo desaparecen las ayudas públicas a la producción de este mineral.

De lo que no hay duda es de que cerrarán las minas de interior, las más costosas pero también las más intensivas en mano de obra. En el mejor de los casos, solo seguirán activas las explotaciones de cielo abierto. Por ello, el sector requerirá de un ajuste de personal, con la pérdida de unos 200 empleos directos (de los 500 actuales a unos 300), según estimaciones de CCOO.

Todo hace indicar que la térmica andorrana, la mayor de España de su segmento (produce energía eléctrica a partir de carbón), tendrá una larga vida. Así ocurrirá si Endesa, tal y como se prevé, afronta la inversión de 200 millones de euros necesaria para adaptar la instalación a la nueva normativa europea que restringe los gases contaminantes. En concreto, debe reducir a la mitad las emisiones de dióxido de carbono (CO2), de dióxido de azufre (SO2) y de óxidos de nitrógeno (NOx). La eléctrica comunicará antes de que acabe el año su decisión provisional al respecto, pero tiene de plazo hasta octubre del 2015 para dar su veredicto definitivo. Hasta entonces la gran incógnita seguirá latente, de manera que hoy por hoy no se puede garantizar al cien por cien que el sector del carbón seguirá vivo en Aragón.

La térmica tiene dos opciones. O bien se acoge a un cupo de 17.500 horas de funcionamiento, lo que conllevaría su cierre en cuatro o cinco años después del 2016; o se ejecuta la inversión millonaria, de manera que su funcionamiento quedaría blindado hasta el horizonte de los años 2030 ó 2035.

DEVOLUCIÓN DE AYUDAS En este último caso, que es al que apuntan todos los indicadores, las minas aragonesas seguirán abiertas, pero solo las de Samca. Las otras tres firmas mineras andan inmersas en diferentes fases de desmantelamiento.

Así, Endesa Minería cerró ya su yacimiento de Gargallo en el 2012, pero mantendrá una docena de trabajadores varios años más en tareas de restauración de la explotación. La siguiente en clausurar, si nada lo remedia, es Carbonífera del Ebro, cuya producción es rechazada por Endesa por considerar que este tipo de lignito pone en riesgo la caldera de la térmica de Andorra. Cerca de la mitad de los 34 trabajadores que tiene en plantilla --otros 12 empleos indirectos-- podría seguir hasta tres años con el plan de cierre, en labores de restauración o vigilancia.

Por su parte, Compañía General Minera espera clausurar su actividad extractiva en el 2018, una decisión que solo revocaría si se elimina la obligación de que las empresas que sigan activas más allá de ese año tengan que devolver las ayudas recibidas desde el 2011. El Gobierno está tratando de convencer a Bruselas para suprimir esa condición. "Todo el mundo piensa que esa norma va a cambiar", apuntaron desde la firma minera, que explota actualmente una mina en Estercuel. Este yacimiento se está agotando por lo que prevé abrir otro en Castel de Cabra para cubrir su producción (155.000 toneladas anuales) para los próximos cuatro años.

En este contexto, Samca emerge como la esperanza de la minería aragonesa, además de ser considerada una empresa modelo para todo el sector en España. "A pesar de todo tenemos expectativas buenas, si la central hace las inversiones", señalan desde la empresa. Samca cerrará en el 2016 la mina de interior de Ariño, pero mantendrá las dos que tiene de cielo abierto (Ariño y Foz Calanda). Incluso espera abrir alguna más entre los términos de Oliete, Alcaine y Estercuel.

La compañía es vista con admiración en un sector donde abundan las quiebras, los concursos y los ERE. Su fortaleza responde, por un lado, a su anticipación a los acontecimientos y a que forma parte de un potente y diversificado grupo empresarial, que ha surgido a partir del negocio minero.

DECRETO DE GARANTÍA "Si hay un carbón que puede continuar es el de Ariño: es el más competitivo", destaca el alcalde de este municipio, Joaquín Noé (PSOE). No obstante, reconoce que aún existen "muchas incertidumbres". La principal es la central de Andorra, que "produce el kilowatio más barato de España". "Todo depende de lo que haga Endesa. Si la térmica tiene futuro, la minería aragonesa seguirá viva, ", sostiene el responsable de Minería de CCOO, Antonio Herrero.

El 2014 será es último año de vigencia del decreto de garantía de suministro, que obliga a las eléctrica a quemar carbón autóctono. A partir del 2015, todo dependerá de los acuerdos a medio y largo plazo entre compañías eléctricas.