La revolución de internet en los negocios sigue avanzando con actividades impensables hace solo unos años. La interconexión de tecnologías también ha llegado a la movilidad y varias ciudades están aplicando los nuevos sistemas tecnológicos al control y gestión de la información sobre la ocupación del espacio público por los vehículos.

¿Quién no ha sufrido alguna vez una crisis de ansiedad después de estar dando vueltas durante media hora para aparcar el coche? Es lo que los técnicos denominan tráfico de agitación, que puede poner a más de un conductor de los nervios y que ha permitido aflorar un mercado emergente.

La compañía Abertis Telecom, que prepara su salida a bolsa en el 2015, se ha propuesto convertirse en el líder de ese nuevo negocio con una apuesta en colaboración con socios tecnológicos para ofrecer una solución integral que incluye sensores en el asfalto, transmisores de información y aplicaciones capaces de gestionar la información para que llegue a los usuarios. Eso es lo que ya se ha puesto en marcha en un barrio de Barcelona con el fin de probar un sistema propio de una ciudad inteligente (smart city) que permite saber qué plazas de zona azul, de carga y descarga, de minusválidos o de taxi están ocupadas en cada momento. Además, ya hay ciudades de primer orden como Moscú o Santiago de Chile que también tienen en marcha pruebas piloto como urbes del futuro.

El objetivo final es que la información llegue a los usuarios a través de aplicaciones de teléfonos móviles o de los navegadores de los vehículos.