La planta de Siemens en Zaragoza cerrará con 35 años de vida. La dirección de la multinacional comunicó ayer esta decisión al Gobierno de Aragón, al comité de empresa y a las federaciones del Metal de UGT y CCOO en Aragón en una dura jornada. La plantilla recibió el anuncio como un "mazazo", ya que confiaba en que la firma mantuviese alguna de sus tres áreas de negocio (teléfonos privados, teléfonos públicos y antenas de telefonía móvil). Pero no fue así. La resaca de las fiestas del Pilar fue la peor imaginable, principalmente, para los 310 empleados que se quedarán sin trabajo. La edad media de la plantilla ronda los 47 años.

La posibilidad del cese de actividad ya fue adelantada por EL PERIODICO en su edición del pasado 5 de septiembre, pero ayer se confirmaron los peores presagios. La planta del polígono de Malpica cerrará porque es "inviable", señalaba la empresa en un comunicado remitido ayer. Además, considera que la decisión se ha tomado ante una situación de "pérdidas insostenibles", que supera el millón de euros al mes. No se trata ni de una reestructuración del negocio ni de una deslocalización, sino que Siemens abandona la actividad. Y punto.

REACCIONES CONTUNDENTES Los primeros en conocer la noticia fueron los consejeros de Industria y Economía, Arturo Aliaga y Alberto Larraz, respectivamente, que mantuvieron un encuentro a primera hora de ayer con el director general de Siemens España, Fernando Hazeu, y el director de Recursos Humanos, Antonio Oliva. La reacción del Ejecutivo no se hizo esperar. "El Gobierno de Aragón no puede sino condenar" la decisión, señaló en una nota. Además, insta a la empresa a "buscar soluciones alternativas que garanticen la continuidad de los puestos de trabajo". Las posibilidades que se barajan desde la DGA son: mantener alguna línea de producción, buscar un posible comprador o trasladar a Zaragoza alguna línea de otras plantas.

El próximo miércoles, Aliaga y Larraz mantendrán una reunión con el comité y con los máximos responsables de UGT y CCOO en Aragón, Julián Lóriz y Julián Buey, para analizar la crisis. Mientras, hoy, está previsto que tenga lugar en Madrid una reunión del comité intercentros (representantes de todas las plantas de Siemens ubicadas en España), a la que asistirá un miembro de UGT y otro de CCOO.

PASAR A LA ACCIÓN La presidenta del comité, María Ángeles Gallardo reconoció que "es la decisión que más nos ha sorprendido" y, aunque admitió que la situación "no era boyante", aseguró que "hemos exigido, incluso a nivel europeo, la llegada de productos alternativos". A juicio de Gallardo, "es la decisión de un monstruo, que las adopta y has caído".

El representante de la sección sindical de UGT, Domingo Puértolas, tachó de "irresponsables" a los dirigentes de Siemens, porque "podían haber actuado hace tres años cuando la fábrica daba beneficios". Sin embargo, la "ineficacia de los responsables de área ha hecho fracasar el proyecto", afirmó enfadado.

Comité y empresa mantuvieron un encuentro en la tarde de ayer y, después, se celebraron asambleas de trabajadores. Por lo pronto, hoy están convocados paros (de 11 a 12 y de 15 a 16 horas), aunque está previsto confeccionar un calendario de movilizaciones. Ayer también hubo paros en la fábrica.

A partir de ahora, ambas partes deberán negociar una salida. Desde Siemens indican que presentarán un plan social que contemplen medidas de apoyo "lo más adaptadas posible a la situación".