La industria siderometalúrgica de Zaragoza está a punto de contar con un nuevo convenio colectivo, el principal de la comunidad ya que engloba a alrededor de 30.000 trabajadores de 2.200 empresas. Los sindicatos UGT y CCOO y la Federación de Empresarios del Metal de Zaragoza (FEMZ) alcanzaron ayer un principio de acuerdo que deberán ratificar en los próximos días las ejecutivas de las organizaciones.

El documento consensuado, cuya vigencia sería para los próximo tres años (2017, 2018 y 2019), contiene incrementos salariales dentro de la banda reclamada por la parte social, que al inicio de la negociación pedía una subida del 3% anual. Además, como novedad, se recupera la cláusula de revisión salarial en el caso de que el IPC real supere las previsiones. También se incluyen otras mejoras en cuanto a permisos y en temas relacionados con la formación y el empleo.

Así lo señalaron a este diario fuentes sindicales, que prefirieron no concretar el porcentaje exacto de la subida salarial pactada a la espera de informar de los detalles del preacuerdo a sus respectivas organizaciones en los próximo días. De hecho, la Federación de Industria de CCOO celebrará hoy una asamblea de delegados para evaluar el contenido del pacto y, en su caso, ratificarlo. Lo mismo hará UGT el próximo lunes, que es el día que ha fijado para la reunión de sus bases del sector metalúrgico.

Negociación fructífera / El diálogo entre los empresarios y sindicatos del sector del Metal de Zaragoza ha dado sus frutos en solo cinco meses de negociación, que ambas partes iniciaron el pasado mes de enero. La situación es por tanto muy diferente a la de anteriores ocasiones, en las que el convenio ha sido motivo de importantes conflictos laborales por las discrepancias sobre todo en materia salarial.

El objetivo de UGT y CCOO al inicio de la negociación era que los trabajadores del sector no perdieron poder adquisitivo tras las últimas subidas de precios. Además de reclamar un 3% de subida salarial, las organizaciones sindicales demandaban un empleo mínimo indefinido del 75% de las plantillas, ante el abuso de la contratación temporal, así como blindar la entrada de convenios que se sitúen por debajo del marco sectorial.

En materia de jornada laboral, la plataforma de propuestas presentada en enero por los dos sindicatos recogía una reducción de ocho horas, pero con la obligación de alcanzar un pacto en el calendario laboral. También se contemplaban mejoras ante la incapacidad temporal y, como novedad, se incluyó la pretensión de negociar un plan de igualdad sectorial.