A mediados de los 90 se estrenó una película británica titulada El inglés que subió una colina pero bajó una montaña que aparentemente estaba basada en una curiosa historia real. En los años 20, unos cartógrafos ingleses llegaron a una pequeña población galesa mandados por el Gobierno para elaborar un nuevo mapa de la zona. Descubrieron que una montaña cercana al pueblo de la que los habitantes estaban orgullosos (la "primera montaña de Gales") era en realidad una colina porque no tenía la altura suficiente. En la película, los lugareños arreglaban el problema erigiendo un montículo.

Parafraseando libremente su título, los inversores han subido esta semana una montaña, pero luego la han vuelto a bajar. Las primeras jornadas fueron ascendentes, impulsadas por la excelente sesión del viernes de la semana pasada (propiciado por la hora bruja: el vencimiento de opciones y futuros sobre acciones e índices) que permitió al Ibex 35 romper la barrera técnica de los 11.200 puntos e incluso alcanzar los máximos en cinco años.

Sin embargo, a mediados de la semana sintieron vértigo porque hay todavía muchos frentes abiertos como el griego, al que se le ha sumado la intervención de Arabia Saudí en Yemen, y prefirieron recoger beneficios.

Así las cosas, el Ibex 35% completó la semana prácticamente plano (ayer cayó el 0,23%, a los 11.419,6 puntos), con la prima de riesgo en los 111 puntos básicos.