Uno de los objetivos de las medidas consensuadas por una mayoría parlamentaria es favorecer que haya emprendedores por primera vez y como segunda oportunidad. Con esa filosofía, la duración de la tarifa plan de cotización a la Seguridad Social de 50 euros al mes se amplía de los seis a los 12 meses. Para las altas como autónomo que no sean por primera vez, se rebaja la exigencia de estar de baja como trabajador por cuenta propia de cinco años a dos para tener derecho a la bonificación. Si el autónomo ya percibió la ayuda, el periodo de baja será de tres años. Los fondos para financiar esta bonificación saldrán de los Presupuestos del Estado y no de la Seguridad Social como hasta ahora, lo que contribuirá a aliviar el déficit del sistema público de pensiones.