La comunidad de Aragón tiene una tasa de competitividad que se sitúa por debajo de la media europea, al igual que la mayoría de las regiones españolas, a excepción de Madrid y el País Vasco. En el lado opuesto se encuentran Extremadura y Andalucía, que son las peor situadas. Así se desprende del Índice de Competitividad Regional de la Unión Europea (UE) presentado ayer por Bruselas. En esta clasificación Londres ocupa el primer puesto.

El análisis evalúa la situación en relación a 74 indicadores agrupados en torno a 11 pilares y tres elementos: el grupo básico, el de eficiencia y el de innovación. Con todos esos datos se determina la competitividad de las 263 regiones europeas.

Aragón se sitúa en el puesto 173, uno por detrás del que consiguió en el 2013 en esta misma clasificación. La comunidad aragonesa obtiene un buen resultado en Sanidad, donde ocupa el puesto 36 de 263 regiones. Mientras, en infraestructuras se sitúa en la posición 115. Uno de los peores registros de Aragón se encuentra en la eficiencia del mercado laboral (puesto 226 de 263), aunque es algo común al conjunto de las autonomías españolas por el efecto de la crisis económica en el país. En general, en el apartado de eficiencia (educación y aprendizaje, mercado laboral y tamaño de mercado), Aragón está en el puesto 194, mientras que en innovación (sofisticación empresarial, innovación y tecnología) ocupa la posición 169 de 273.

MADRID Y PAÍS VASCO

Las tres únicas regiones que aprueban son Madrid, País Vasco y Navarra con un 67,7, un 60,2 y un 51,5, respectivamente. Aragón suma el 40,3. La comunidad de Madrid lidera las regiones españolas, en el puesto 83 de la clasificación, y destaca en sanidad, área en la que figura en segunda posición entre las 263 regiones europeas.

Por su parte, el País Vasco se sitúa en el puesto 119 a nivel global y es la duodécima región europea con mejores puntuaciones en sanidad y educación, aunque se ve lastrada por sus calificaciones bajas en infraestructura y eficiencia del mercado laboral.

En el extremo opuesto, Andalucía y Extremadura ocupan los puestos 220 y 230 respectivamente y, si bien tienen un nivel de competitividad acorde a otras regiones con su mismo nivel de PIB per cápita, se sitúan a la cola de España en este índice.

Todas las comunidades autónomas de la costa mediterránea (Cataluña, Comunidad Valenciana, Murcia y Andalucía) vieron reducida su tasa de competitividad en 2016 frente al 2010, mientras que el resto de regiones se mantuvieron estables. En general, según la Comisión Europea, los resultados son «mayoritariamente similares» a los del 2013 --último año en el que se publicó este índice-- y las capitales de cada país continúan siendo las principales impulsoras de la competitividad, una circunstancia que se refleja particularmente en España.

No obstante, fuentes comunitarias indicaron que España no es un «caso extremo», ya que el País Vasco se sitúa «bastante cerca» de Madrid en términos de competitividad y España en su conjunto no sufre los desequilibrios de países como Rumanía o Grecia.

La misma fuente señaló que los indicadores de eficiencia del mercado laboral y de estabilidad macroeconómica han sido los que más han reflejado el impacto de la crisis financiera en las regiones sureñas europeas.

La Comisión Europea empezó a publicar su índice de competitividad regional en 2010 para evaluar y ofrecer una perspectiva regional a nivel europeo tomando como punto de partida el índice del Foro Económico Mundial. «Es un valioso instrumento para «apoyar reformas estructurales» y «estimular la capacidad de innovación de las regiones», defendió ayer la comisaria de política regional, Corina Cretu.