Los taxistas de Zaragoza no reblan. Tal y como ocurrió en el resto de ciudades españolas, el sector del taxi de la capital aragonesa decidió ayer mantener la huelga para dejar bien claro al Ministerio de Fomento que no van a parar hasta que se limite, con garantías, la concesión de las licencias VTC como las de Uber y Cabify. Las protestas, que comenzaron el pasado miércoles en Barcelona y se han ido extendiendo a buena parte de las comunidades autónomas, volvieron a bloquear ayer el centro de Madrid, Valencia o la propia ciudad condal.

En Zaragoza, el sector quiso visibilizar aún más su reivindicación y unos 200 taxistas realizaron una «marcha lenta» a media tarde entre la Cooperativa de Autotaxi y el Edificio Pignatelli, lo que provocó atascos a lo largo del recorrido (Gómez Laguna, Corona de Aragón, Hernán Cortés, plaza Paraíso o paseo María Agustín). «Que hagan huelga, pero que no colapsen el tráfico fastidiando al resto de la gente», indicó una conductora que llevaba «más de 15 minutos circulando a dos por hora». Otros eran más comprensivos: «También les entiendo, ellos intentan defender su futuro y el de sus familias; lo que veo que está haciendo mucha gente es irse por otras calles».

La decisión de realizar esta «marcha lenta» se tomó al finalizar la asamblea de trabajadores ayer por la tarde en la Cámara de Comercio, donde la práctica totalidad de los taxistas (solo tres votaron en contra) apostaron por mantener el paro. Así, la huelga continúa al menos hasta el día de hoy, cuando se celebra la Conferencia Nacional de Transportes, en la que el ministerio se reunirá con los responsables del ramo de las distintas comunidades. Dependiendo de su resultado se tomará una decisión, aunque ayer varias fuentes aseguraban que todo parece indicar que el paro se prolongará hasta el viernes.

Según indicaron desde la Asociación Provincial de Autotaxi de Zaragoza (Apatz), que engloba al 95% de los conductores, no está previsto realizar hoy más «marchas lentas» ni ninguna nueva acción de protesta. Más allá de los lógicos trastornos de la marcha en el tráfico y las afecciones en la Estación Delicias o el aeropuerto, la jornada de huelga transcurrió de nuevo con total normalidad. «No se ha producido ningún incidente y el seguimiento a vuelto a ser masivo», destacó el presidente de la Apatz, Mariano Morón.

Tanto la federación zaragozana como las del resto del país valoraron el escenario de entendimiento abierto el lunes por el ministerio. Al fin y al cabo, Fomento aceptó varias de sus demandas. Entre ellas, el real decreto que haga posible la ratio de una licencia VTC por cada 30 taxis, el traspaso de las competencias en esta materia a las comunidades autónomas y establecer que sólo el 20% de los vehículos de Uber y Cabify puedan salir del territorio que tienen asignado.

LA REUNIÓN CON UBER Y CABIFY

Con todo, el sector no quiere que el real decreto quede para después de las vacaciones y piden una solución inmediata para que se cumpla ya la ratio 1/30. Además, piden que Fomento blinde de alguna forma que las comunidades regularán en la misma línea que ha hecho el Área Metropolitana de Barcelona, que fijó la citada ratio. Sin embargo, fuentes de Fomento aseguran que eso no está en su mano.

Así las cosas, habrá que esperar hoy a nuevos acontecimientos. Ayer, el ministerio se reunió con la patronal de los coches de Uber y Cabify. El tono de Unauto con respecto al conflicto del taxi tuvo un antes y un después de la reunión. Antes de comenzar, el presidente de Unauto clamó: «El taxi quiere eliminar vilmente la competencia de los VTC, un sector que implica a 15.000 familias y por cuyo sustento vamos a luchar», y lamentó la «debilidad del Gobierno ante los más radicales del taxi». Pero, al acabar, aliviado, Eduardo Martín celebró: «Nos alegra que no se haya cedido al chantaje de los más radicales», y dijo que «es muy distinto que Fomento escuche solo al Taxi -lo que ocurría este lunes- y que ahora hable de diálogo y de escuchar a todos los sectores». Los líderes de Unauto se fueron «moderadamente satisfechos».

Mientras tanto, unos 2.000 taxistas continuaban ayer taponando la Castellana, reafirmándose en su decisión de volver a dormir con sus coches en el paseo madrileño. Lo mismo harán sus compañeros de Barcelona, que seguirán acampados en la Gran Vía catalana por quinto día consecutivo. El sector del taxi en España mantiene así el paro más largo de toda su historia.