Esta operadora de telecomunicaciones 100% aragonesa ha apostado por el medio rural como vía de negocio. Creada por tres jóvenes socios hace una década, da empleo a 25 personas y ya prepara el salto a la fibra óptica

Llegar donde otros no llegan (polígonos industriales, extrarradio de ciudades, núcleos diseminados y poblaciones dispersas). Esa es la filosofía de Embou, una operadora de telecomunicaciones 100% aragonesa que se ha propuesto abrir una ventana al mundo para los habitantes del medio rural principalmente. De momento, solo están en la comunidad y, aunque han recibido ofertas de otros territorios, su apuesta a día de hoy es Aragón. Esta empresa, que nació en el Centro Europeo de Empresas e Innovación (CEEI) hace ahora una década, está integrada por tres jóvenes socios de 38 años.

Lo que comenzó como una pequeña semilla ha crecido hasta sumar 25 empleados que con su trabajo diario han conseguido tejer una tela de araña por todo el territorio aragonés que ya les permite abarcar el 80% de la comunidad con tecnología inalámbrica (vía radio) y, por tanto, sin necesidad de línea telefónica. A día de hoy solo les quedan 4 comarcas por cubrir en Aragón.

"El balance de estos diez años es bueno, porque hemos creado empleo y trabajamos en lo que nos gusta, aunque ha sido duro", admite Javier Castillo, uno de los socios que se ocupa del área financiera y de compras de Embou. El propósito de esta compañía es cerrar la brecha digital, por lo que "nos centramos mucho en el medio rural, que está muy descuidado por las grandes operadoras", pero tiene el hándicap de que "requiere más inversiones y es más complicado penetrar".

Los otros dos compañeros de fatigas son Jorge Blasco, que se ocupa del área de despliegue de red y Jorge Vallejo, responsable técnico. Este tridente cree que su adaptación al cliente, la flexibilidad y la calidad en el servicio son las claves del éxito. Entre sus principales clientes están particulares (60%), empresas (20%) y ayuntamientos (20%). "El crecimiento ha sido de entre el 10% y el 20% anual, aunque con algunos altibajos", apunta Castillo, y la facturación oscila entre los 2,5 y los 4 millones. Las inversiones en estos diez últimos años han rondado los 5 millones de euros.

Los comienzos fueron especialmente duros. Fue a comienzos del siglo XXI cuando surgió