El turismo ya no es solo viajar y ver cosas; ahora también implica experiencias. La tecnología digital está cambiando todas las industrias y formas de negocio de un sector que mueve millones de personas al año (1.235 millones el año pasado) y genera el 10% de la riqueza mundial y miles de empleos. Su potencial es imparable en un mundo hiperconectado, lo que ha centrado la edición de este año de Fitur, que se clausura hoy en Madrid y que espera alcanzar 250.000 visitantes.

La tecnología es una herramienta extraordinaria para conectar los sentidos y los sentimientos de cualquier persona potencialmente turista con los intereses de las empresas que ofrecen sus servicios de ocio, da igual que este sean de compras, aventuras, golf, gastronomía o naturaleza. Ya no se trata de que cada ciudad, hotel o empresa de transportes o aérea tenga su propia web y que la oferta sea atractiva y diversificada. Ahora ya estamos en el reconocimiento biométrico, en el pago telemático, la identificación por voz e incluso en viajar sin salir de casa.

Hace solo dos años, Fitur se abrió a la experiencia virtual. Se exhibieron hoteles sin ventanas pero con el mundo a los pies del viajero gracias a la pantalla led del televisor y las gafas de realidad virtual que lo sumergían en experiencias muy cercanas al videojuego. Eran tiempos en que las reservas en agencias de viajes físicas y los alojamientos tradicionales cedieron el liderazgo a los vuelos de bajo coste y el alquiler turístico de particulares, sin intermediarios, en el mundo de internet.

Todo esto parece obsoleto este año. Un ejemplo: Andalucía ha presentado una cápsula inmersiva para vídeos en 360 grados y una herramienta para mostrar virtualmente al visitante la experiencia que podrá sentir cuando visite la región. Otros: se puede hacer el Camino de Santiago en minutos, volar en parapente o recorrer el Duero en canoa.

Las tendencias van ahora por la combinación entre realidad virtual y aumentada y la tecnología de quinta generación para los teléfonos móviles, el dispositivo rey. «Es el principal canal de búsquedas», sentenció Javier Bellido, director general de eDreams en España, en el Foro Exceltur celebrado antes de la feria.

NUEVOS RETOS

Gloria Guevara, presidenta del Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC, en sus siglas en inglés), apuntó que las nuevas generaciones, los llamados millennials, «que han nacido con un móvil en la mano», exigen inmediatez, respuestas rápidas y exclusividad, un reto para las empresas. Para que la industria turística sobreviva a la avalancha tecnológica (Fitur está llena de aplicaciones, programas, buscadores, rastreadores, comparadores y asistentes personales), se necesita dinero, y no poco.

Luis Maroto, consejero delegado de Amadeus, aseguró en el foro que el futuro del negocio pasa por invertir en I+D y en formar a los trabajadores. «El gasto en tecnología se duplicará en los próximos 10 años y llegará a 150.000 millones en el 2025», destacó. Y advirtió a España de su retraso.

POCA INVERSIÓN

«Hoy España invierte en I+D el 9,1% menos que en el 2009, mientras que la Unión Europea invierte el 27% más. Solo el 14% de las empresas españolas venden sus productos en internet, frente al 21% de la media de la UE. Esto hipoteca nuestro futuro», sentenció el consejero delegado de Amadeus.

Las redes sociales son el principal prescriptor del turismo por la tecnología móvil y a los jóvenes, que representan el 35% de las compras en el mundo, según Irene Cano, directora general de Facebook para España y Portugal.

El éxito del turismo debe ser la palanca para reflexionar sobre su modelo de crecimiento. El año pasado, 4.000 millones de pasajeros fueron transportados por todo el mundo y sumarán 16.000 millones en el año 2050, por lo que no es casualidad que la tecnología adquiera una gran importancia.