Naciones Unidas prevé que en el 2050 la población mundial aumentará en más de un tercio, concretamente en 2.300 millones de habitantes. Ante esta perspectiva, los agricultores se enfrentan al reto de, con los mismos medios, producir más para así abastecer a una población cada vez más numerosa. La clave para conseguirlo es que los productores implementen en sus explotaciones la denominada agricultura 4.0.

Así lo dejaron claro varios expertos ayer en una charla celebrada en el marco de la Feria Internacional de la Maquinaria Agrícola (FIMA), en la que se debatió sobre la inclusión de las nuevas tecnologías a la agricultura en España y Dinamarca.

El presidente del clúster catalán de los Medios de Producción Agrícola (Femac), Enric Pedrós, explicaba ayer que «es necesario ser más eficientes, algo que se consigue con la incorporación de las nuevas tecnologías».

Entre los procesos innovadores al alza se encuentra la incorporación de smart software (gestión inteligente), la utilización de sensores de temperatura que pueden predecir cuándo y cómo aplicar productos al campo y el uso de imágenes espectrométricas a través de drones o satélites.

Según adelantaba ayer el danés Kristian Moller, representante de la firma Agrointelli, el desafío ahora es «conectar todas las tecnologías a un software que funcione de forma automático», ya que ahora es el agricultor el que tiene que programar los procesos de forma manual.

Otro reto es «hacer accesible esta tecnología a los agricultores», reconocía Pedrós, ya que todavía es muy cara porque «la revolución explotó apenas tres años atrás».