No es una cuestión de género sino de diversidad. «No hay una gestión masculina o femenina sino formas distintas de gestionar», afirmó ayer Ana Maiques, cofundadora de Starlab y Neuroelectrics durante la jornada Ciencia y tecnología: La mujer ante el binomio del siglo XXI, organizada por Esade y Google.

Durante la sesión se ha analizado por qué hay muchas menos féminas que hombres en carreras tecnológicas, en matemáticas o ingenierías. El encuentro reunió a mujeres referentes de los ámbitos académico, empresarial e institucional de primer nivel para debatir y poner en relieve su papel en los sectores científico y tecnológico.

Dado que son las profesiones con más futuro, no hay que conformarse con que las mujeres sean solo el 30% en este tipo de carreras, aunque las haya en puestos destacados en firmas tecnológicas en España. Eso sería como optar por tener solo «el 30% de capacidad de influencia», según Carme Artigas, cofundadora de Synergic Partners. A su juicio, además, «el talento no tiene género y la clave es la diversidad». Y todo ello ello demuestra que «la educación sigue siendo la asignatura pendiente», sentenció Carmen Casero, directora general de Trabajo Autónomo de la Economía Social y de la Responsabilidad Social de las Empresas del Ministerio de Empleo. Artigas afirma que las carreras tecnológicas o la emprendeduría o la innovación se asocian a algo menos seguro y muchas mujeres no las ven como salida «porque piensan en clave familiar».

En todo caso, una de las soluciones sería incluir la tecnología en los programas de estudios de todas las carreras, porque todas la necesitan, indicó Maiques.

Núrial Agell, directora del departamento de Operations, Innovation y Data Sciences de Esade, destaca que el entorno familiar y social «es algo más intolerante con los fallos de las mujeres».