La provincia de Teruel se encuentra entre las tres con los índices más bajos de fraudes a los seguros de automóviles, un coste que en los dos últimos años se redujo un 30 %, y se situó en 833 millones de euros, frente a los 1.186 millones de los dos años anteriores, mientras que creció un 7 % en comparación con los datos de 2009-2010, en plena crisis económica.

Esta es una de las principales conclusiones del IV Barómetro del Fraude en el Seguro de Autos de Línea Directa Aseguradora, que se elabora cada dos años y que analiza, en este caso, los datos correspondientes a 2015 y 2016.

Según ha explicado hoy en rueda de prensa el director de Gobierno Corporativo de LDA, Francisco Valencia, estos datos muestran que a pesar del final de la crisis, "el fraude ha venido para quedarse", pues 6 de cada 100 siniestros declarados en España son falsos, la misma cifra que hace dos años.

Además, esos 833 millones equivalen al presupuesto del Pacto de Estado para la violencia de género para los próximos cuatro años, explicó Valencia.

Y el fraude "lo pagamos todos", pues el dinero que pierden las aseguradoras de esta forma encarecen las pólizas de autos del conjunto de los clientes en unos 30 euros de media al año, sentenció.

El importe medio de las estafas se mantuvo casi igual que en el barómetro anterior, en 1.286 euros, aunque la mayor variación se registró en su tipología, ya que el coste del fraude con daños corporales se multiplicó por 50 y superó los 15.500 euros de promedio.

El fraude más habitual fue el relativo a los daños materiales, que concentraron el 93,5 % de los intentos con un importe medio de 309 euros.

Incluir en el parte daños ajenos al siniestro se mantuvo como la estafa más habitual dentro del fraude material, con un 80,5 %, seguida a mucha distancia de los montajes, con un 12 % y el falso hurto, con un 2,2 %.

Dentro de las lesiones, el 99 % fueron simulaciones o falsos agravamientos de un daño real, mientras que en el 1 % de los casos se trataba de cobrar por lesiones sufridas antes del siniestro.

En cuanto a la época del año, marzo, junio y julio son los meses más propicios para los defraudadores, en tanto que miércoles y jueves son los días de la semana más escogidos para los intentos de estafa.

Un hombre de entre 18 y 24 años, desempleado o con trabajos precarios es el perfil del conductor fraudulento en España, según el estudio.

Por géneros, los hombres defraudan más, lo hacen para tener el coche en las mejores condiciones posibles y se arrepienten menos, en tanto que las mujeres simulan más las lesiones y desconocen más las consecuencias jurídicas de estafar al seguro.

Preguntado por si el recorte en el volumen de fraude se podría atribuir a la entrada en vigor del baremo que establece las indemnizaciones por daños corporales en los accidentes de tráfico, Valencia explicó que podría ser una de las razones, sin olvidar la mejora de los métodos de detección por parte de las aseguradoras.

Línea Directa también ha actualizado el mapa del fraude en España elaborado con datos de su propia cartera de clientes, compuesta por 2,1 millones de coches.

Según los últimos resultados, Murcia, Almería y Jaén son las provincias donde más casos se detectaron en los dos últimos años, mientras que Soria, Teruel y Pontevedra registraron los índices más bajos.