Manuel Teruel (Santa Eulalia del Campo, Teruel, 1956) fue ayer reelegido por quinta vez como presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Zaragoza, tras recabar el apoyo de 35 votos de los 37 emitidos por los vocales asistentes al pleno cameral. Además, se contabilizó un voto en contra y otro en blanco. El máximo responsable de la empresa Taim Weser afronta esta etapa con el reto de conseguir un equilibrio financiero que le permita a la Cámara afrontar el futuro con garantías. Un objetivo que, según precisó ayer a este diario, «se conseguirá en el 2019».

Teruel, que también presidió el Consejo Superior de Cámaras, lleva al frente de la institución zaragozana desde el año 2002 y aunque se especuló con la posibilidad de que no se presentase a la reelección, ayer obtuvo, sin oposición, el visto bueno del plenario. Su principal tarea será dejar zanjado el plan de viabilidad diseñado para la Cámara de Comercio. Esa es su mayor obsesión. «Todavía arrastramos un pequeño déficit» en las cuentas, pero eso «se resolverá en el 2019», aseguró Teruel.

Para ello, la institución contará con las cuotas voluntarias de los socios tras la eliminación, hace ya seis años, de las cuotas camerales, principal fuente de ingresos de estos organismos. Por tanto, la Cámara dispone hoy de los ingresos que le reportan unas 500 compañías de Aragón, que destinan entre 200 y 4.000 euros en función de su tamaño. Eso, la oferta de servicios, la participación en programas europeos y en los planes de competitividad e internacionalización, permitirán equilibrar las cuentas de la Cámara en el 2019, aseguró Teruel. «Si no lo conseguimos, tendremos que reducir de nuevo los gastos», añadió.

Pero Teruel confía en que eso no suceda, sobre todo después de los esfuerzos realizados en los últimos años en la institución, ya que ha visto reducida su plantilla en un 50% y tuvo que vender parte de su patrimonio (el centro de formación de El Picarral y una parte de su participación en la Feria de Zaragoza) para corregir los desequilibrios en las cuentas.

Otro de los objetivos que se ha marcado Teruel es elevar la representación y la capilaridad entre las pymes aragonesas. Además, considera que este tejido empresarial tiene el reto de crecer en «inteligencia competitiva», con la implatación de nuevas tecnologías en las empresas y la llegada de la industria 4.0. A juicio de Teruel, el tamaño de las empresas es una de las grandes carencias de Aragón. «Para hacer sostenibles las empresas pequeñas tienen que convertirse en medianas, y las medianas en grandes», apuntó.

NUEVO EQUIPO / El reelegido presidente incidió en la necesidad de contar con personas que se anticipen al futuro en un entorno global. «Hemos de favorecer el impulso del capital humano y estimular el talento», aseguró. El nuevo equipo contará con caras nuevas y una mezcla de experiecia y juventud. La vicepresidenta primera será Berta Lorente, de la empresa Zaforsa, mientras que la segunda recaerá en Íñigo de Yarza (grupo Henneo). El tesorero será, Enrique Barbero, de Ibercaja, y como vocales figuran Miguel Marzo (Pikolin), Francisco Javier Ruiz (Arahealth) y Eduardo Villarroya (IQE).