El Tesoro Público logró colocar ayer 4.580 millones en letras a seis y doce meses, con tipos negativos en ambos casos. La cifra captada está en el rango medio del objetivo que se había marcado el organismo, que se situaba entre 4.000 y 5.000 millones. Las rentabilidades negativas implican que los inversores están dispuestos a renunciar a una parte de la rentabilidad prevista a cambio de la seguridad que perciben.