El Tesoro Público español captó ayer 3.077,49 millones de euros en bonos a tres y cinco años y obligaciones a 30 años, con unos intereses inferiores a los de las pujas anteriores y negativos por primera vez en la historia en los bonos a tres años o cualquier otro título de deuda pública a medio o largo plazo. Con estas colocaciones, el Estado ya ha cubierto el 70% de todas las emisiones a medio y largo plazo que tiene previstas para el conjunto del presente ejercicio.

Los títulos a tres años se suman a los rendimientos negativos que ya ofrecen en la actualidad los activos de deuda pública a corto plazo, como las letras a tres, seis, nueve y 12 meses. Son los primeros activos de este tipo con periodos de vencimiento por encima de un año que se sitúan en terreno negativo.

Según los datos del mercado, en el caso de los bonos a tres años, se emitieron un total de 1.715 millones de euros, con un interés negativo del -0,061%, frente al 0,154 % de la puja anterior, celebrada el pasado 16 de junio. Eso supone que los inversores están dispuestos incluso a perder una parte de su inversión con tal de conseguir unos títulos a medio plazo que consideran más seguros que otros activos financieros alternativos.

Otros 907,18 millones de euros salieron en forma de bonos a cinco años, también con rebaja en el rendimiento con respecto a la subasta anterior. El interés fue del 0,238% frente al 0,256 % de la puja celebrada el pasado 7 de julio.

Por último, el Tesoro emitió otros 455,31 millones de euros en bonos a 30 años, a los que también rebajó el interés, hasta el 2,285% frente al 2,730% de la vez anterior.

El interés de los inversores por la deuda española sigue siendo muy elevado, y no solo porque el Tesoro se haya podido permitir cobrar por sus títulos a tres años, sino por la alta demanda, que superó los 7.000 millones de euros, lo que implica una ratio de cobertura de 2,3 veces.

Según explican desde el Ministerio de Economía y Competitividad, en lo que va de año el Tesoro español, además de cubrir el 70% de la previsión de emisiones de deuda pública a medio y largo plazo para el conjunto del ejercicio, situó su coste medio en el 0,82% a finales de junio. La vida media de la deuda en circulación ha repuntado hasta los 6,80 años.