La empresa no lo quería así, pero el proyecto del nuevo centro comercial Torre Village se coló ayer en el acto de colocación de la primera piedra de la nueva fábrica de Pikolín en Plaza. Aunque de forma velada, el macro outlet que la sociedad patrimonial de la familia Soláns (Iberebro) pretende levantar en los suelos de la fábrica de la carretera de Logroño planeó sobre algunos de los discursos, que hicieron alusión a las reticencias que el proyecto parece haber encontrado en el Ayuntamiento de Zaragoza.

Quizá el más claro fue el presidente del Ejecutivo autonómico, Javier Lambán, quien indicó que "lo que corresponde a las administraciones es crear entornos favorables y allanar el camino" a las empresas que quieren invertir. Poco antes, el socialista había hecho mención al "centro de moda democrática" como un proyecto ilusionante y generador de empleo.

Por su parte, el presidente de Pikolín, Alfonso Soláns, recordó que las empresas privadas necesitan "la complicidad y la máxima colaboración de todas las administraciones", porque eso permitirá que las inversiones "no se queden en el papel" y se conviertan en "herramientas de creación de empleo y riqueza".

En el seno de la firma se tiene la sensación de que el Gobierno de Zaragoza en Común está dejando enfriar el proyecto, que prevé crear cerca de 1.000 empleos directos. De hecho, fuentes de la compañía reconocieron ayer que confiaban en que a estas alturas la iniciativa ya hubiera pasado por el pleno del consistorio. Con esos cálculos habían hechos sus previsiones para poder abrir el outlet a finales del 2017.

El alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, que también participó en el acto, alabó el buen hacer de la compañía. Así, aseguró estar en contra de la economía "que juega al pelotazo y la especulación", pero subrayó que quienes apuesten por el empleo "siempre tendrán el apoyo municipal". "Gracias a Pikolín por mantener aquí su buque insignia", dijo.

En noviembre del año pasado, el consejero de Economía del ayuntamiento, Fernando Rivarés, dejó muy claro su posicionamiento respecto a los dos proyectos comerciales anunciados en el entorno de la ciudad: la reconversión de Plaza Imperial en un outlet y Torre Village. "Hay que apoyar proyectos como este (el de Plaza Imperial) y no inventarse periferias lejanas que son destructivas e innecesarias para la ciudad", aseveró.