Trasnportes Ochoa cesó ayer su actividad en toda España una vez que la compañía aragonesa presentase un concurso voluntario de acreedores, el pasado miércoles, ante la imposibilidad de hacer frente a sus deudas y a las tensiones de liquidez. Según varias fuentes consultadas por este diario, todas las delegaciones --alrededor de 60-- estaban ayer paralizadas en el territorio nacional y solo funcionaba la de Portugal. Sin embargo, la empresa cifró en algo menos del "50%" la actividad en la jornada del viernes. "Algunas zonas como el sur funcionan más o menos bien", apuntó un directivo.

Al parecer, la empresa dejó de prestar servicios el jueves pasado, según ratificaron transportistas autónomos que trabajan en exclusiva para Ochoa. Una decisión que ha despertado "confusión" y "malestar" entre los empleados, "sorpresa" en el sector, y una sensación de caos entre los clientes. De hecho, la empresa aseguró a la plantilla que iba a continuar con la actividad, pero está "se ha detenido de forma fulminante", criticó ayer el comité. Fuentes de la empresa, sin embargo, sostienen que "no es un concurso de liquidación" y que "nuestra intención es continuar".

El sector del transporte se mostraba ayer sorprendido por la casi nula actividad de Ochoa en España, pese a haber presentado un concurso de acreedores, porque "cuando una firma entra en suspensión de pagos puede mantener la actividad hasta que se nombren a los administradores concursales", algo que, según la firma, se producirá "de forma inminente".

UN GOLPE CASI MORTAL El secretario general de la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España (Fenadismer), Juan José Gil, indicó que esta forma de actuar "puede llevar a la compañía a la quiebra", ya que "el principal activo de este tipo de negocios es el cliente" y detener la actividad supone un "deterioro" para la imagen de prestigio que tiene Transportes Ochoa. Por tanto, el cierre total no está descartado. Sea como fuere, la incredulidad era ayer protagonista, tanto para la plantilla --que acudió a su puesto pero no trabajó-- como para el propio sector y para los autónomos subcontratados por Transportes Ochoa.

La cuarta firma de paquetería a nivel nacional arrastra un pasivo superior a los 70 millones de euros y cuenta con unos 1.400 trabajadores en toda España, de los que unos 600 son autónomos subcontratados. Entre los acreedores de Transportes Ochoa figuran las administraciones públicas, entidades financieras, proveedores y los propios trabajadores. A la plantilla, la firma adeuda el 35% de la nómina de mayo y el 17% de una paga extraordinaria de marzo a los trabajadores. Además, "hemos ido cobrando desde abril fraccionadamente y el día 1 de julio imagino que no percibiremos el sueldo correspondiente al mes de junio", apuntó uno de los empleados.

DESVÍO DE LA ACTIVIDAD A lo largo de toda la jornada existió una total confusión sobre el destino de muchas de las mercancías de los clientes de Transportes Ochoa. "Habrá muchos envíos pendientes en los almacenes, por lo que estos deberán entregarse a los clientes habituales de Ochoa o se derivarán a través de otras empresas del sector" y operadores logísticos, como Azkar, DHL Express, Seur o TDN, entre otros, indicaron fuentes del sector.

Precisamente, el director de Organización de ADN, Gustavo Prieto, criticó la forma de actuar de Transportes Ochoa. "Nos llamarán el miércoles para avisarnos de que habría una jornada de huelga y para ver si podíamos hacernos cargo de la paquetería, pero nunca nos dijeron que habían entrado en concurso de acreedores", precisó a EL PERIODICO. Fue a partir de entonces