La Unión Europea continúa construyendo su arsenal de medidas contra la evasión fiscal. Los ministros de economía y finanzas de la UE han sumado este martes un nuevo acuerdo para evitar que las multinacionales puedan seguir utilizando en el futuro las diferencias entre los sistemas tributarios de los Estados miembros y terceros países para eludir el pago de impuestos. “Paso a paso, estamos eliminando los canales que utilizan algunas compañías para escapar de los impuestos”, ha valorado el comisario de asuntos económicos, Pierre Moscovici.

La medida, que forma parte de la bateria de propuestas presentadas por Bruselas en los últimos dos años para responder a escándalos como el Luxleaks o los papeles de Panamá, pretende evitar que las compañías que operan en la UE sigan derivando sus beneficios hacia países donde puedan eludir el pago de impuestos. Muchas de estas multinacionales llevan meses en el punto de mira de Bruselas a cuenta de los acuerdos fiscales firmados con algunos Estados miembros y que les permitieron reducir su factura fiscal. Este es el caso de Apple, a quien la Comisión Europea reclama la devolución de 13.000 millones en impuestos impagados a la hacienda irlandesa, pero también Mcdonalds, Amazon o Starbucks.

El acuerdo político cerrado por los 28 se refiere a los “desajustes híbridos” que tienen lugar cuando dos jurisdicciones tienen sistemas tributarios distintos o tratamientos fiscales diferentes sobre entidades o ingresos y que las multinacionales aprovechan para lograr la no imposición por partida doble. El pacto pretende rellenar esa laguna de forma que las compañías no puedan beneficiarse de las disparidades en el caso de los acuerdos con países terceros.

“Es otra historia de éxito dentro de nuestra campaña a favor de una fiscalidad más justa”, sostiene Moscovici sobre la medida que se enmarca en la directiva contra la evasión fiscal pactada en julio del año pasado y que ya cubre las disparidades intracomunitarias. El Ecofin adoptará formalmente el acuerdo una vez que el Parlamento Europeo de su opinión y será de aplicación a partir del 1 de enero de 2020, un año más tarde de los previsto, aunque algunas disposiciones específicas lo serán partir del 2022. Se trata de un retraso “razonable” según el ministro Luis de Guindos y ha sido aceptado por los 28 para contentar a algunas delegaciones que alertaban de las consecuencias que podría tener para la competitividad una aplicación demasiado rápida.

LISTA NEGRA DE PARAÍSOS FISCALES

El Ecofin también ha dado nuevos pasos en la creación de una lista negra de paraísos fiscales o jurisdicciones no cooperativas que pretenden cerrar para finales de 2017. Los 28 acordaron el año pasado los criterios que tendrán en cuenta: transparencia fiscal, tener un sistema tributario justo e implementar las recomendaciones de la OCDE sobre erosión de bases imponible.

Este martes han decidido que el hecho de que una jurisdicción tercera tenga un tipo impositivo de cero o cercano a cero no implicará que sea considerada automáticamente como paraíso fiscal, tal y como defendían Reino Unido, Irlanda, Estonia o Malta. Un elemento criticado por ONGs y algunos eurodiputados. “Si los países con tipos impositivos de cero no aparecen en la lista negra no valdrá ni el papel en el que está escrita”, se queja Sven Giegold, portavoz económico de los Verdes.

La UE ya ha lanzado el procedimiento de evaluación con el envío de cartas a las autoridades de 92 países, incluido Estados Unidos, y la idea es concluir esta fase para septiembre de forma que la lista pueda estar terminada para finales de año.