La Unión Europea (UE) mantuvo ayer su presión sobre España a la espera de conocer los detalles sobre el contenido exacto de los presupuestos del año 2012, pero los ministros de Economía y Finanzas europeos concedieron al Gobierno de Mariano Rajoy un primer aval de confianza en Copenhague. Mientras la Comisión Europea y el Banco Central Europeo (BCE) asumieron el papel de estrictos fiscalizadores, los ministros expresaron su confianza en que el Gobierno irá adoptando los ajustes y reformas necesarios para garantizar que el déficit baja al 3% del producto interior bruto (PIB) en el año 2013.

"Hemos visto que esta semana ha habido una huelga general en España, que no ha tenido repercusión suficiente para que el Gobierno español se desvíe de las decisiones correctas que todos queremos para España", declaró el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble.

Los presupuestos para el 2012 "van en la buena dirección" y "estoy convencido de que España está en la buena senda para reestructurarse", añadió Schäuble. Más escéptico se mostró el presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, al expresar su "preocupación" porque Rajoy hubiera sido capaz de desafiar al resto de la Unión Europea al fijar un objetivo de déficit que no respetaba los compromisos justo después de firmar el nuevo tratado de rigor fiscal y que el Eurogrupo le obligó a cambiar.

CONFIANZA Y TRABAJO "Tenemos confianza en el Gobierno español. Hay una verdadera determinación para cumplir los objetivos, en particular de llegar al 3 % de déficit", aseguró el ministro francés de Economía y Finanzas, François Baroin. No obstante, reconoció que "España tiene trabajo por hacer".

La Comisión Europea y el BCE pidieron al Gobierno durante la reunión ministerial en Copenhague que adopte y aplique con la máxima celeridad y urgencia las medidas incluidas en los presupuestos. Tanto el Ejecutivo comunitario como el BCE reclamaron también planes detallados para garantizar que los gobiernos regionales respetarán este año el déficit.

El comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, pidió a España que especifique ya en abril qué medidas adoptará en el 2013 para asegurar que el déficit baje al 3%. Rehn y el Banco Central Europeo reservaron su valoración sobre los presupuestos del 2012 a conocer los detalles de los mismos.