La última pieza que faltaba de aprobar para construir un espacio libre de roaming en la Unión Europea ya tiene vía libre. Representantes de la presidencia de turno de la UE y de la Eurocámara lograron en la madrugada del martes un acuerdo político sobre las tarifas máximas que las operadores de telecomunicaciones podrán cobrarse entre sí cuando sus respectivos clientes viajen a otro Estado miembro. Se trata del último obstáculo para garantizar legislativamente que desde el 15 de junio las comunicaciones en itinerancia son gratuitas. El próximo paso será la aprobación formal en el Consejo de ministros y en el pleno del Parlamento Europeo.

«Era la última pieza del puzle», celebró el vicepresidente de la Comisión Europea responsable del Mercado Único Digital, Andrus Ansip, quien destacó que las nuevas normas aseguran a los europeos que podrían viajar dentro de la UE «sin cargos de roaming añadidos»; al tiempo que se garantiza a las compañías que podrán seguir ofreciendo servicios competitivos. Con el fin de las tarifas de itinerancia, se espera que el uso de datos en el extranjero se dispare, dado que los consumidores no tendrán que recurrir a las conexiones wifi para navegar de manera asequible.

Las condiciones las han pactado los negociadores del Parlamento Europeo, los Veintisiete y el Ejecutivo comunitario en las últimas horas, por lo que necesitan aún el visto bueno formal de cada institución en las próximas semanas. Además de los límites a las tarifas mayoristas, la Unión Europea impondrá también salvaguardas a los usuarios, con el objetivo de asegurar el «uso justo» del servicio y evitar «abusos».

Como garantía, la Comisión Europea deberá también reevaluar e informar cada dos años sobre el impacto de las nuevas reglas de roaming, para vigilar que están funcionando o proponer «nuevos techos» tarifarios si fuera necesario. El primero de estos informes deberá estar listo para el 15 de diciembre del 2019. El tope mayorista para datos se rebajará de los 50 euros por GB a 7,7 euros por GB con la entrada en vigor del «roaming como en casa» este mes de junio, y continuará bajando de forma progresiva hasta fijarse en 2,5 euros/GB en el 2022.

REDUCCIÓN DE TARIFAS / La UE ha calculado este recorte progresivo en base a la previsión de que el el mayor uso de servicios móviles de datos y el desarrollo de nuevas tecnologías y una competencia efectiva contribuyan a reducir el coste de los servicios en itinerancia que ofrecen los operadores. Para las llamadas de voz, el bloque comunitario se reducirá de 0,05 euros/minuto a 0,032 euros/minuto; mientras que el tope para los mensajes de texto será de 0,01 euros por mensaje.

La negociación de los precios mayoristas ha sido uno de los elementos más complicados del pacto y es que no todos los Estados miembros parten de la misma situación. Por ejemplo, tener precios bajos favorece esencialmente a aquellos países que emiten turistas y que gracias al fin del roaming verán reducida su factura. Pero perjudica a las operadoras de los países receptores -como España- porque tendrán que dar el servicio y recibirán un pago que, según sostienen, no les permitirá hacer frente al sobrecoste que tendrán que asumir por la rebaja de las tarifas.