El 50% de los pensionistas en Aragón no llega a percibir el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y el 38% vive en los límites del umbral de la pobreza. Pero la situación empeorará si no se introducen cambios en el sistema, según pronosticaron ayer UGT y CCOO, que anunciaron la celebración de marchas en toda España para reclamar unas pensiones dignas y asegurar su poder adquisitivo en el futuro. Las protestas, que partirán de cuatro puntos distintos del país (Galicia, Cantabria, Andalucía y el Levante), se iniciarán mañana y concluirán el 9 de octubre con una marcha multitudinaria en Madrid. Los participantes llegarán a Zaragoza y Huesca los días 5 y 4 de octubre, respectivamente.

Los sindicatos advirtieron ayer de que la pensión media en Aragón ronda los 970 euros, pero si no se introducen cambios en el sistema de la Seguridad Social la relación entre la pensión y el último salario (tasa de sustitución) caerá desde el 80% actual a menos del 50%, auguró el secretario general de UGT Aragón, Daniel Alastuey, que achacó este problema a la reforma emprendida en el 2013 por el PP que fija en un máximo del 0,25% la revalorización de las pensiones. Solo este año los pensionistas perderán más de un punto y medio de poder adquistivo, ya que el IPC de septiembre se eleva al 1,8%).

Pero esa merma ya se está produciendo, puesto que desde el 2010 -primer año en el que se congelaron las pensiones—se ha perdido un 8% de poder adquistivo, según subrayó el secretario general de CCOO en Aragón, Manuel Pina. A ello se añade el factor de sostenibilidad, que entrará en vigor el 1 de enero del 2019 y se calculará cada 5 años, de modo que a más esperanza de vida menor será la subida de las pensiones, indicó el líder sindical.

SOLUCIONES

Para atajar esta situación y evitar la pérdida de poder adquistivo, los sindicatos plantean distintas soluciones, que pasan por derogar la reforma del 2013 del PP y negociar medidas para asegurar la sostenibilidad del sistema. Además, UGT y CCOO apuestan por reducir los gastos estructurales del sistema de la Seguridad Social e incrementar los ingresos.

Para aminorar los gastos, se plantea que no sea el propio sistema el que asuma los costes estructurales (nóminas y gastos de gestión) y que las bonificaciones a la contratación no se paguen a través del fondo de la Seguridad Social. Estas dos medidas, según apuntó Pina, «permitirían ahorrar 6.000 millones de euros» al año.

Otra de las soluciones que también mencionó Alastuey fue el incremento de los ingresos vía impuestos frente a la «pretensión» de algunos de derivar el esfuerzo de los ciudadanos del servicio público de pensiones al privado.

BAJAS COTIZACIONES

Otro de los problemas que destacaron UGT y CCOO fue el de las bajas cotizaciones a la Seguridad Social como consecuencia del deterioro del mercado laboral, con salarios muy bajos y jornadas más reducidas. En este sentido, criticaron la «falta de voluntad política» del Gobierno para afrontar un mejor reparto de la riqueza en España.