UGT reclamó ayer al Gobierno de Aragón que introduzca cambios en el impuesto medioambiental que grava a Hidro Nitro Española, ya que es una de las causas que puede poner en peligro la continuidad de 225 puestos de trabajo, tanto directos como indirectos, en la central de Monzón.

El responsable de la Federación del Metal de UGT Aragón, José Juan Arcéiz, y el secretario general del sindicato, Daniel Alastuey, mantuvieron ayer encuentros con el comité de empresa y la dirección de Hidro Nitro Española, así como con el alcalde de Monzón, Álvaro Burrell, para dar salida a una situación que consideran "preocupante". Al impuesto medioambiental a las empresas que generan energía para el mantenimiento de los servicios públicos en Aragón, y cuyo un coste aproximado es de 900.000 euros al año para la compañía, se suman otros dos problemas: los caudales ecológicos y los arrendamientos de las centrales hidroeléctricas.

Daniel Alastuey se dirigió directamente a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) para que resuelva cuanto antes sobre la prórroga de los arrendamientos de los saltos de agua de Hidro Nitro y sobre el caudal ecológico, que hace que no pueda producir la energía en su potencia máxima, al ser el único usuario afectado, ya que el mismo se le mide justo al final. Esto supuso unas pérdidas en el 2015 de 300.000 euros para la compañía.

Respecto al impuesto medioambiental, el secretario general de la Federación del Metal de UGT Aragón reclamó la puesta en marcha de un plan estatal sobre el coste energético ya que se calcula que en Francia, por ejemplo, es un 20% menor que en España. Este hecho ha provocado, según indicó, que las empresas se vean afectadas en su competitividad.

Durante el transcurso de la rueda de prensa que ofrecieron en Monzón, el secretario comarcal de UGT, Juan José Santisteve también dio a conocer que la empresa ya había abonado una parte del impuesto --unos 100.000 euros-- y confió en que antes del pago e septiembre se haya modificado el impuesto por parte del Gobierno de Aragón.