Puede sonar extraño, pero en pocos meses será una realidad. El municipio de Noguera, en Teruel, contará con un jardín en el que las flores, los arbustos y los árboles no serán los protagonistas. En ese espacio los verdaderos reyes serán los hongos y las setas, que verán reconocidas sus cualidades gracias a la labor de un taller de empleo.

Según explica el director del proyecto, que cuenta con el patrocinio del Instituto Aragonés de Empleo, Daniel Guillot, "el objetivo principal de la iniciativa va a ser la creación de un jardín destinado a albergar y exponer colecciones de setas, el término municipal de Noguera, que sirva como eje para el estudio y difusión de la riqueza micológica de la sierra de Albarracín".

Las razones para dedicar un espacio tan peculiar a estos productos son varias, pero la principal es que la zona cuenta con un elevado número de especies que crecen de manera natural. Además, en los últimos años tanto setas como hongos han vivido un resurgir gracias a los nuevos aficionados y al uso que los grandes cocineros de todo el mundo están dando a este producto en sus fogones.

Tal y como explica Guillot, en esta ocasión el taller de empleo que desarrollará el jardín micológico combina la formación y el trabajo. "En este caso se formará a los alumnos en la especialidad de Instalación y mantenimiento de jardines y zonas verdes", destaca.

Con estos trabajos en Noguera, los desempleados residentes en el municipio mayores de veinticinco años recibirán unas enseñanzas con las que podrán acreditar en su currículo la creación de un jardín. Además, al mismo tiempo que como actividad profesional, su trabajo servirá para exponer al público la gran riqueza micológica de la sierra de Albarracín.

Medioambiente

Según explica el director del proyecto, los talleres de empleo son una herramienta fundamental en nuestro país para la formación de trabajadores. "En concreto, esta especialidad es interesante porque se han estado desarrollando proyectos importantes en la sierra de Albarracín, desde el punto de vista de la jardinería y del medioambiente, como por ejemplo el Jardín Botánico Oroibérico, un jardín botánico que alberga colecciones de especies de plantas superiores autóctonas de esta sierra".

Por el momento, el área de formación elegida por estos desempleados que se benefician de la colaboración del Inaem, es un nicho profesional todavía por explorar que apuesta por los empleos en sectores de futuro, que unen la innovación con la defensa de la naturaleza.

Según explican los responsables de la escuela taller que están diseñando, este futuro jardín micológico se ubicará en el monte El Pinarejo. El recinto contará con una extensión de una decena de hectáreas y tiene la singularidad de ser una zona en la que se crecen de manera natural más de medio centenar de especies distintas de hongos, aunque en las instalaciones también se podrán encontrar cultivados ejemplares de zonas cercanas.