Unicaja Banco debutó ayer en bolsa con una subida del 6,36%, con lo que se revalorizó en 108 millones de euros, hasta los 1.811 millones. La entidad financiera malagueña, la séptima más grande de España por activos (57.200 millones), captó 660 millones de euros con la operación, que le van a permitir reforzar su capital tras devolver los 604 millones en ayudas que recibió Ceiss (la unión de las antiguas cajas castellano-leonesas España y Duero) y comprar al FROB por 62 millones su pequeña participación.

La notable subida de las acciones se debe a que el banco tuvo que fijar un precio bajo, de 0,47 veces su valor en libros, para sacar adelante la operación, la cuarta de este tipo en lo que va de año en España. El mercado esperaba una valoración superior, pero se vio afectada por la crisis del Popular, por la tasación que hizo Bankia de BMN (0,41 veces) y por el castigo sufrido por Liberbank (cotiza a 0,32 veces). La demanda de acciones de la salida a bolsa, de hecho, duplicó más que la oferta y vino en un 50% de Estados Unidos, en un 36% del resto del mundo (principalmente Londres) y en un 13% de España.

El estreno bursátil va a permitir a la Fundación Unicaja reducir su participación en el banco al que transfirió sus activos financieros del 86,7% al 51,7%. Una de las condiciones del rescate europeo a la banca es que las antiguas cajas reduzca su posición de control en sus bancos para no tener que dotar un fondo especial para afrontar contingencias.

Unicaja Banco es una de las entidades pequeñas sobre las que hay dudas de que puedan cumplir los nuevos requisitos de capital, pese a su elevado nivel de solvencia actual, y que por tanto aparece en las quinielas para ser absorbida por una entidad mayor o fusionarse con otra similar.

La entidad tiene como objetivo elevar su rentabilidad sobre capital del 4,9% del 2016 al 8% en el 2020, destinar al pago de dividendos en efectivo el 40% de su resultado atribuido y mantener un capital superior al 12%.