Ikea está en el punto de mira de la UE. La batalla de la Comisión Europea contra los regímenes fiscales que permiten la elusión de impuestos en la Unión Europea no ha terminado. Y la última multinacional a la que ha echado el guante la comisaria de la competencia, Margrethe Vestager, es Ikea. El Ejecutivo comunitario ha decidido abrir una investigación en profundidad porque teme que el tratamiento fiscal de Holanda a Inter Ikea, uno de los dos grupos que explotan la actividad de la multinacional, podrían haber permitido a la compañía sueca pagar menos impuestos.

Bruselas no da cifras pero un informe del grupo de los Verdes de la Eurocámara cifraba en unos 1.000 millones de euros lo que la multinacional había dejado de pagar entre 2009 y 2014. En el caso de España, por ejemplo, y según el mismo estudio la empresa habría dejado de pagar 7,7 millones de euros, lejos no obstante de los 36,6 millones de Alemania, los 23,8 millones de Francia, los 11,6 millones de Reino Unido o los 10,1 de Suecia, país en el que nació la marca.

ACUERDOS CON HOLANDA

Ahora la Comisión ha decido poner el ojo en la empresa del mueble barato por los dos acuerdos fiscales con la Hacienda holandesa. El primero habría estado vigente de 2006 a 2011 y el segundo a partir del 2011. "Todas las empresas, grandes o pequeñas, multinacionales o no, deberían pagar la parte justa de impuestos. Los estados miembros no pueden dejar que ciertas empresas paguen menos permitiéndoles transferir artificialmente sus beneficios a otros lugares", ha insistido a través de un comunicado Vestager cuya Dirección General examinará ahora minuciosamente el tratamiento fiscal que el Gobierno Holandés le ha dado a Inter Ikea, el grupo que explota la actividad pero que no posee tiendas físicas de la compañía.

Cada una de las tiendas de Ikea en todo el mundo pagaría una tasa del 3% de sus beneficios a Inter Ikea Systems, subsidiaria de Inter Ikea en Holanda.

A cambio las tiendas tendrían el derecho a utilizar la marca comercial de Ikea y al know-how de la compañía a la hora de gestionar y explotar la franquicia. Esto significa que la holandesa Inter Ikea Systems registraría todos los ingresos de las comisiones de las franquicias de todo el mundo. Bruselas teme que dos tax rulings -pactos fiscales- ofrecidos por Holanda habrían permitido al gigante del mueble reducir "significativamente" los beneficios sujetos a impuestos en Holanda.

La danesa suma así una muesca más en su cargado curriculum. A finales de octubre Bruselas anunciaba otra investigación sobre un esquema fiscal en el Reino Unido que podría haber permitido determinadas exenciones en el pago de impuestos y que habrían servido a multinacionales presentes en territorio británico para desviar beneficios hacia filiales offshore y rebajar así el montante de impuestos a pagar.

Desde que Vestager asumiera la riendas de la poderosa cartera de competencia, y a raíz del escándalo Luxleaks que destapó la existencia de más de 350 acuerdos con el gobierno luxemburgués, los funcionarios europeos han examinado más de un millar de pactos fiscales entre empresas multinacionales y Estados miembros. Y en cinco de ellas han concluido que las haciendas de los Estados miembros deben recuperar dinero en impuestos impagados. El caso más sonado es el de Apple que, según las cuentas de Bruselas, habría dejado de pagar 13.000 millones de euros en Irlanda entre 2003 y 2014.

Pero en la lista también figuran Starbucks, Fiat y Amazon por casos que afectan a Holanda y Luxemburgo. Además, los servicios de la competencia comunitarios también han reclamado a Bélgica la recuperación de unos 700 millones de 35 multinacionales e investiga los pactos fiscales de Engie y MacDonald con Luxemburgo.