Tras una reunión de más de 20 horas, Volkswagen (VW) alcanzó ayer un principio de acuerdo con la dos empresas de suministro de piezas para automóviles del grupo Prevent (CarTrim y ES Automobilguss) para reanudar el ritmo normal de producción de sus modelos Golf y Passat.

Las conversaciones con dos de sus proveedores podrían resolver los problemas que han provocado un parón en la producción en seis de las diez plantas de la compañía en Alemania. Las fábricas sufrieron desde la semana pasada una ralentización en la entrega de componentes esenciales para la producción, que afectaban al montaje de partes importantes en los motores, como las cajas de cambio y los sistemas de control de emisiones.

Desde Car Trim suministran las tapicerías de los asientos y el parón de suministro también conllevó el parón de la cadena de montaje. Los problemas de disribución de estos componentes no afectaron a la planta española de VW en Landaben (Navarra) que produce el Polo.

El conflicto se inició cuando Volkswagen rompió uno de los contratos con CarTrim (asientos) y ES Automoilguss (transmisiones), y los dos proveedores demandaron a la marca pidiendo una compensación de 58 millones de euros. La advertencia del ministerio de economía alemán sobre la posible pérdida de empleos ha servido para que tanto VW como Prevent buscaran un acuerdo. Según los sindicatos del sector en Alemania, la parada de producción podría haber costado a VW cerca de 100 millones de euros semanales.

Este problema no es el único que afronta VW en este segundo semestre del año con el Golf. La marca ya había dado instrucciones a sus factorías en las que se fabrica el compacto que detuvieran varios turnos de producción en octubre y diciembre para realizar revisiones en la cadena de montaje, aunque fuentes del sector apuntan que es para afrontar el descenso de la demanda del modelo. H