Albert Rivera quiere ser decisivo y tocar poder la próxima legislatura porque la alternativa es verse en la bancada de la oposición, que estará más fragmentada que nunca y en la que puede que cueste alzar la voz. Por eso el candidato de Ciudadanos ha luchado contra la polarización que han querido imponer el PP y Podemos esta campaña y ha pedido en diversas ocasiones a los españoles que le den un «empujoncito», un «1% de apoyos más», que se convertirán en 10 escaños (según unos cálculos que en otros partidos no comparten).

En Ciudadanos hay un escenario ideal con el que sueñan en la intimidad: el domingo suben de 40 a 50 diputados y suman con el PP, al que desean (también en la intimidad), que crezca de 123 a 126 diputados. De esta manera, entre los dos partidos alcanzarían la mágica cifra de los 176 parlamentarios, que da la mayoría absoluta para poder formar Gobierno.

Pero ninguna encuesta ha sido tan optimista con el partido naranja en toda la campaña. En Ciudadanos razonan de dónde pueden sacar 10 diputados. El partido naranja espera crecer en un escaño en Barcelona, Valencia y Madrid; y lograr el primero en varias provincias: Gerona, Ciudad Real, Pontevedra, Badajoz, La Rioja, Teruel y Burgos.

Además, con un crecimiento considerable en escaños, Rivera se sentiría con más autoridad para exigir el relevo de Mariano Rajoy al frente del nuevo Ejecutivo, una petición que le ha servido para movilizar el voto de esa parte del electorado de centro que en alguna ocasión había votado al PP y que rechaza los escándalos de corrupción que han salpicado a las filas conservadoras. En diciembre del 2015, de los 3,5 millones de votantes de Ciudadanos, 1,6 millones de papeletas llegaron de antiguos votantes del PP.

En estas dos semanas de campaña, Ciudadanos ha intentado movilizar a sus electores y ganar algunos más en el nicho del centro-izquierda, para lo que se ha distanciado del PSOE. Sin estridencias, Rivera ha recordado muy a menudo que Pedro Sánchez ha facilitado el Gobierno a partidos de la órbita de Podemos en los ayuntamientos de Madrid y Barcelona y en el ejecutivo autonómico de la Comunidad Valenciana. H