El candidato a la Presidencia de Aragón, el socialista Javier Lambán, se ha comprometido hoy a poner a las personas en el centro de su acción política de gobierno, después de que con la crisis de los últimos años, según ha dicho, hayan sido estafadas "en muchos aspectos y por muchos".

"La aragonesa es una sociedad madura que no acepta la mentira", ha asegurado Lambán durante su discurso en la primera sesión del debate de investidura, del que mañana saldrá presidente de la comunidad gracias al apoyo que le prestarán en el Parlamento aragonés los 14 diputados de Podemos, los 2 de CHA y la de IU, que se sumarán a los 18 socialistas para superar en uno los 34 escaños necesarios para la mayoría absoluta.

En una intervención plagada de citas del Papa Francisco, Manuel Azaña, Santiago Ramón y Cajal, Stephan Hessel (autor del manifiesto del 15-M) o Alexis de Tocqueville y con varias referencias al Quijote, Lambán ha echado mano de la "emoción política" que ha asegurado que le embarga hoy para pedir a los diputados que sean merecedores "de la gloria", entendida ésta "como reconocimiento, como premio cívico y moral a los servicios prestados al país".

Ha alertado de la abundancia, hoy, de "discursos dirigidos al corazón y a los lacrimales, a generar ilusiones falsas o a expandir miedos infundados", pero también ha asegurado que la aragonesa es "una sociedad madura que no acepta la mentira" y que "puede asumir sacrificios siempre que entienda con claridad que de ello se derivará un bien común tangible y cierto".

Durante una hora y diez minutos y ante un tribuna llena de público, ha descrito las generalidades de un plan de gobierno basado en el programa del PSOE pero también en los compromisos adquiridos con Podemos, CHA e IU exclusivamente para la investidura, que se ha comprometido a cumplir "de forma estricta" pero que requieren "más de una legislatura".

Pero ha asegurado que no sólo contará con los partidos de la izquierda, sino que se propone impulsar "grandes pactos" con los siete grupos políticos representados en las Cortes, haciendo que lo que "para algunos" es "preocupante fragmentación", acabe convirtiéndose en "una oportunidad".

Es consciente, ha dicho, de que Aragón necesita "grandes reformas" en casi todos los órdenes y, en este sentido, ha anunciado que intentará alcanzar amplios pactos en educación, empleo y modelo productivo.

La Educación, la Sanidad y los Servicios Sociales condicionarán la agenda política y serán las prioridades presupuestarias del Ejecutivo, aunque sea a costa de reducir o posponer otras partidas de gasto por importantes que sean, ha insistido.

También ha anunciado un programa de innovación, basado en la formación y apoyo financiero que abarque a empresas y autónomos y para el que contará con la Universidad de Zaragoza, y otro de reindustrialización, así como una ley de apoyo a emprendedores y del trabajo autónomo.

Se ha referido a la corrupción, que está obligado a atacar de forma "inmediata y contundente" y a hacerlo "con decisión", y para ello se ha comprometido a implementar "toda clase de medidas preventivas y punitivas", así como a erradicar estas practicas "yendo a su raíces".

Y también a acometer una reforma de la administración y de la "arquitectura institucional" de la comunidad, así como a debatir sobre el papel de las comarcas y diputaciones provinciales, que a su juicio deben de ser "contingenciales" frente al papel preponderante de los municipios.

Para acometer la "reconstrucción" de los servicios públicos, Lambán es consciente de que hay que incrementar los ingresos, y en esta línea ha dicho que pretende actuar sobre los tributos y exigir al gobierno central la flexibilización del objetivo del déficit y una reforma fiscal progresiva, pero por encima de todo reivindicará un nuevo sistema de financiación autonómica.

Lambán quiere, además, un cambio en la relación de Aragón con España, que debe de caminar hacia un modelo federal, con relaciones horizontales entre comunidades autónomas. "No podemos resignarnos a que nos hagan Aragón desde Madrid", ha enfatizado.

Tras el discurso, los portavoces de los grupos parlamentarios han valorado las palabras de Lambán.

El líder de Podemos ha dicho que las palabras del candidato le suenan "bien", pero que espera que éstas se conviertan en "políticas reales", mientras que José Luis Soro (CHA) estima que se ha escenificado "un cambio de ciclo evidente".

La diputada de IU, Patricia Luquin también esperaba "más concreción" de las medidas anunciadas, y el portavoz socialista, Javier Sada, ha hecho hincapié en que el eje del próximo gobierno serán los ciudadanos.

Desde los grupos que no apoyarán mañana la investidura de Lambán, el portavoz del PP, Roberto Bermúdez de Castro, ha lamentado el discurso de izquierda "radical" que ha pronunciado para conseguir su investidura; el del PAR, Arturo Aliaga, lo ha calificado de "decepcionante" por sus "muchas vaguedades" y Susana Gaspar, de Ciudadanos, lo ha visto "correcto" aunque lleno de "generalidades" y falto de profundidad en los asuntos que atañen a Aragón.