Ciudadanos ha entrado en el panorama político aragonés con fuerza, pero sus diputados y concejales no son suficientes para formar mayorías de gobierno con el aliado que en principio parece más afín ideológicamente, el Partido Popular. Por ese motivo, desde la formación naranja se muestran abiertos a iniciar el diálogo con todas las formaciones políticas siempre que se hable "de programa, de proyectos, alternativas y soluciones sin tener condicionantes", según indicó ayer Javier Martínez, número dos en la lista al Gobierno de Aragón.

Sobre la compleja situación que se plantea en el Ayuntamiento de Zaragoza, Martínez destacó que Ciudadanos prefiere que gobierne "la lista más votada". Aceptando el giro a la izquierda que ha dado la capital aragonesa, reconoció que serán PSOE y Zaragoza en Común los encargados de decidir "qué les une y qué les separa" para buscar un gobierno municipal.

Sobre los resultados logrados la noche del domingo por su formación, Martínez insistió en que han sido "todo un éxito", pues han logrado 50 concejales, representación en todas las diputaciones y una presencia considerable en Huesca, Zaragoza y Teruel.

Lamentablemente las matemáticas electorales hacen que su formación no sea necesaria para formar mayorías, por lo que entre los dirigentes del partido los resultados se han recibido con cierta frialdad. Por ahora ninguna formación se ha puesto en contacto con Ciudadanos para valorar posibles alianzas y apoyos.

Ciudadanos celebró ayer una reunión para decidir las condiciones con las que podrían apoyar candidatos. "Este es un proceso que nos tenemos que tomar con calma y tranquilidad", indicó el nuevo diputado autonómico. Desde la dirección nacional no se han recibido indicaciones sobre la pertinencia de una u otra alianza.