El resultado de las urnas en Huesca, marcado por el descenso del PP en número de votos y concejales y la desaparición de sus socios de gobierno del PAR del escenario político, ha abierto las puertas a los grupos de izquierda la posibilidad de formar gobierno en el Consistorio oscense.

A espera de la resolución de un fallo informático que mantiene el recuento en Huesca al 83,36 por ciento, el PP, con 9 concejales sobre un total de 25, se encuentra a la espera de que otros grupos tomen la iniciativa a pesar de tener la lista más votada.

Las votaciones han dejado en manos del PSOE, la segunda fuerza más votada en la capital oscense con 8 concejales electos, la posibilidad de abrir un proceso de negociación con la plataforma Cambiar Huesca (4 ediles) y Huesca Sí Puede (2) para formar un gobierno de izquierda.

Así lo entiende el candidato socialista electo por Huesca, Luis Felipe, para quien las urnas han "transmitido" un mensaje de la ciudadanía para reclamar la formación de un gobierno de izquierdas en la ciudad, "y no de derechas" asegura.

En declaraciones a Efe, Luis Felipe ha afirmado que las urnas no sólo revelan una demanda de la ciudadanía en favor de un "gobierno de izquierdas y de progreso", sino también de un "nuevo estilo" de hacer política basado en el acuerdo, el consenso y el pacto.

A su juicio, "esto nos obliga a los responsables políticos a acordar, a pactar y a hablar, cosa que no ha ocurrido en estos 4 años anteriores, en los que ha habido mucha imposición y poco diálogo".

El cargo electo socialista ha admitido que en la actualidad, tras las elecciones, representa al "grupo mayoritario de la izquierda" en Huesca, pero ha insistido en que el proceso para formalizar un gobierno de "progreso" pasa por el diálogo y el acuerdo.

Tras subrayar que "sin acuerdo y negociación no hay gobierno", Luis Felipe ha asegurado que todavía no ha iniciado contactos con otros grupos ante la necesidad de "digerir la realidad de lo ocurrido".

La portavoz de la plataforma Cambiar Huesca, Pilar Novales, se ha mostrado convencida a su vez de que las urnas han mostrado en Huesca y en otros muchos municipios del país una "clara" demanda de cambio, pero ha añadido que todavía es "pronto" para hablar de posibles pactos de gobierno.

Cualquier decisión sobre la formalización de pactos será sometida a un proceso asambleario entre los distintos miembros de la plataforma que confluyeron en Cambiar Huesca, ha añadido Novales.

Ha advertido, sin embargo, que su formación apuesta por un cambio en el "tipo de políticas" que se aplicaban en el Ayuntamiento de Huesca y su reorientación a cuestiones "concretas" en material de derechos sociales y de empleo.

En este mismo sentido se ha pronunciado la candidata de Huesca Sí Puede al Ayuntamiento de la capital altoaragonesa, María Romero, quien se muestra partidaria de llegar a acuerdos y consensos pero no de dar "carta blanca" a ninguna otra formación política.

Acuerdos que estarán supeditados a cuestiones programáticas que Huesca Sí Puede ha establecido como "líneas rojas" que reclaman la remunicipalización de todos los servicios públicos privatizados, un auditoría de las cuentas municipales y la no formalización de créditos con bancos que "desahucian".

La candidata del PP a la Alcaldía, Ana Alós, que ostenta el cargo en funciones, ha admitido que su formación no cuenta con mayoría suficiente para gobernar ni en solitario ni en coalición, por lo que esperará a conocer los posibles pactos que se puedan producir entre las fuerzas de izquierda.

A pesar de que encabeza la lista más votada, Alós no descarta la posibilidad de pasar a la oposición si las formaciones de izquierda alcanzan un acuerdo de legislatura.