Podemos tiene que administrar unos resultados magníficos. Deberá negociar con el PSOE, CHA e IU la forma de gobernar Aragón poniendo en valor la mayoría de izquierdas en las Cortes. Además, su papel en Zaragoza en Común le obligará a mantener abiertas líneas de comunicación con los otros partidos y movimientos que han apoyado dicha candidatura y otras en el resto de la Comunidad. Es una compleja partida de ajedrez que exigirá habilidad, generosidad y renunciar a cualquier tentación sectaria. En ese juego hay mucho que ganar y que perder. De momento, Echenique no ha dado ninguna pista. Él y su partido tendrán que reflexionar asimismo sobre las victorias de las listas de integración política y ciudadana en Madrid, Barcelona y Zaragoza. Una experiencia esencial.