El PP no pudo mantener la Comunidad Valenciana. El asedio mantenido por los partidos de izquierdas y los escándalos de corrupción de los últimos años han pasado factura a los populares que pese a ser la fuerza más votada tanto en la comunidad como en la capital, los candidatos Alberto Fabra y Rita Barberá no podrán gobernar salvo sorpresa de última hora y extrañas alianzas. La gran sorpresa ha sido Compromís. El azote del PP tanto en las Cortes Valencianas como en el ayuntamiento. Durante años, a pesar de contar con pocos diputados, han denunciado sistemáticamente los abusos e irregularidades de los gobierno populares.

Obras faraónicas que nunca se terminaban, ampliaciones de presupuestos de proyectos que luego se iban cayendo a pedazos o eran abandonados y así una y otra vez. Pues denuncia a denuncia han logrado conseguir 20 diputados.

El PSOE con sus 23 diputados se ha quedado a solo 5 puntos del PP y 7 diputados, ya que el PP se ha quedado en 30 escaños. Ciudadanos con 13 y Podemos con otros 13 diputados llegan a las Cortes. Así, la izquierda podría recuperar el Gobierno valenciano y el ayuntamiento de la capital más de 20 años después de que el PSOE fuera apeado del poder en la comunidad.

A partir de ahora comienza el proceso de las negociaciones para formar las respectivas alianzas que faciliten la formación de los gobiernos. Después de tantos años del PP envuelto en casos de corrupción no será difícil que los partidos de izquierdas se alíen para gobernar y desalojar de los centros de decisión a los populares.

Ahora habrá que saber cómo afecta estos resultados al PP en Valencia. Quién asumirá responsabilidades y si habrá dimisiones y ceses.

Independientemente del futuro de los actuales dirigentes populares valencianos, los partidos emergentes se mostraron ayer especialmente contentos porque su campaña contra la corrupción había calado en el electorado valenciano y podían ponerse a trabajar para "limpiar" todas las instituciones. Pero para eso deben llegar a acuerdos antes.