El mapa comarcal aragonés no ha experimentado cambios a simple vista. De hecho, PP y PSOE siguen repartiéndose el poder en 32 de los 33 entes territoriales, igual que en la pasada legislatura. Sin embargo, examinando más de cerca las subdivisiones de las tres provincias, se aprecian alteraciones dentro de las áreas controladas por conservadores y socialistas.

Así, una mirada más profunda constata que diez comarcas han cambiado de manos. La Ribagorza, el Campo de Belchite, el Bajo Martín y el Bajo Aragón Caspe han pasado de los socialistas a los populares, mientras que el Cinca Medio, el Somontano, Monegros y el Bajo Cinca han realizado el trayecto contrario y de estar bajo el control de la gaviota han cambiado a ser patrimonio político del puño y la rosa.

Otro movimiento de péndulo, de signo distinto, se ha registrado en Andorra-Sierra de Arcos, que ahora están en manos de IU en perjuicio del PP, y el Bajo Aragón, donde los de Rajoy sustituyen al PAR en el mando.

Por otro lado, los partidos emergentes no alcanzan el poder en ninguna comarca, lo que refleja su escasa penetración en el mundo rural, donde solo se han hecho con un puñado de concejalías. No obstante, llama la atención que Podemos se ha erigido en la segunda fuerza más votada en tres entes territoriales: el Alto Gállego, la comarca de Zaragoza y la Hoya de Huesca, si bien estos dos últimos, en particular la capital aragonesa, poseen un carácter netamente urbano.

En total, el PP ha sido la fuerza más votada en 19 comarcas, seguida por el PSOE (12) y, a la zaga, a gran distancia de los dos partidos anteriores, sigue el PAR, con un territorio.

El dominio de los populares queda reflejado asimismo en las cifras globales, dado que han obtenido el 27,50% de los votos, un total de 181.757 papeletas, 20.000 más que los socialistas.

Además, cabe resaltar que, allí donde el PP y el PSOE no son la fuerza más votada, siempre, salvo en cinco casos, ocupan la segunda posición. Geográficamente, el PSOE domina parte del norte y del este de la provincia de Huesca, así como las Cinco Villa, el Campo de Borja y la Ribera Alta del Ebro, el Campo de Cariñena y las Cuencas Mineras. El resto, salvo Andorra, es azul.