El PP aragonés trataba ayer de desperezarse tras el batacazo electoral. A corto plazo los populares van a experimentar cambios evidentes. Su salida del Gobierno de Aragón irá acompañada de una nueva composición del grupo de las Cortes, ahora en la oposición. Y en esa futura bancada no estará Luisa Fernanda Rudi, que prepara ya su salida, previsiblemente como senadora autonómica.

Rudi dejará también la presidencia del PP aragonés, aunque su intención es articular una sucesión ordenada, que evite enfrentamientos internos. El congreso de los populares está previsto para mayo del 2016, aunque podría adelantarse dependiendo del resultado de las elecciones generales. Difícilmente sería antes del próximo año.

Ni Rudi ni su actual equipo de dirección del PP van a continuar. Al menos no íntegramente. Los planes pasan por dar un relevo generacional. Y en el futuro partido están llamados a tener un papel relevante Roberto Bermúdez de Castro --si continúa--, Ramón Celma, Marian Orós, Marimar Vaquero, Javier Campoy, Pedro Navarro, María Navarro, o Jorge Azcón.

Otra cosa es quién presida el PP. Luis María Beamonte es de los mejor situados; más aún después de los resultados conseguidos en la provincia de Zaragoza. Es una de las personas de confianza de Rudi, y tras haber perdido la Diputación Provincial de Zaragoza, es muy posible que tenga un papel relevante en el grupo de las Cortes de Aragón.

En cualquier caso, no existe ninguna decisión tomada. Pero en las Cortes, con una bancada repleta de exconsejeros, y pensada para gobernar, no va a resultar sencillo articular una oposición. De ahí que resulte fundamental el papel de Beamonte y de Bermúdez de Castro. Aunque este último podría dejar la actividad política tras la derrota, después de una legislatura siendo la cara visible del Ejecutivo y de haber realizado un papel notable en el Pignatelli. La decisión está en sus manos, pero en el partido lo ven como un valor de futuro y presente "fundamental" por lo que representa.

OPOSICIÓN

Así que al PP deberá configurar su estrategia de oposición en el Parlamento con el núcleo más joven del grupo: Mamen Susín, Ramón Celma, Marian Orós y Mar Vaquero. Con el apoyo, claro está, de Antonio Torres, Javier Campoy, Antonio Suárez o Dolores Serrat.

Mientras Rudi prepara su salida ordenada de la política aragonesa, en el PP autonómico analizan las causas de la derrota. La imposibilidad de repetir en el Pignatelli obliga a la autocrítica. Este jueves se reúne el comité de dirección para analizar lo ocurrido. Ayer durante el comité ejecutivo nacional, alertó de que el PP sufre un "rechazo a la marca" y pidió a la cúpula que "haga más política" y la "cuente".

Los conservadores admitían ayer que la corrupción ha terminado por desgastar al partido. A ello suman errores en la gestión de estos cuatro años. "No hemos sabido explicar bien lo que se ha hecho", lamentaban. Existe el convencimiento de que la ciudadanía no ha percibido el cambio en la situación económica, o no se ha valorado como esperaban los populares. Estas reflexiones, más allá de ser tópicos, evidencian el desconcierto que reina en el PP, pero se hace autocrítica y se asume que es "necesario cambiar cosas".