Son municipales y autonómicas, pero no lo parecen. José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy han convertido la campaña electoral que se inició esta medianoche en un pulso personal. Es la primera vez que PSOE y PP compiten en todo el territorio de España desde que los socialistas derrotaron la mayoría absoluta con la que gobernaba José María Aznar. Ello convierte a estos comicios en un ensayo general de la batalla por el poder que tendrá lugar la próxima primavera.

Los líderes de los dos partidos echarán el resto en sus caravanas. "Se trata de apoyar a los candidatos locales y autonómicos", justificaba ayer mismo José Blanco, responsable de organización socialista. Pero 17 actos en 13 días son muchos con el único propósito de apoyar a los suyos.

El despliegue del presidente del Gobierno --que ha añadido a última hora tres mítines a los que tenía previstos-- tiene mucho que ver con el hecho de que Rajoy participe en 29 actos en el mismo periodo.

PRIMARIAS PARA EL PP Y es que el PP nunca ha ocultado que vive las elecciones del 27-M como si de unas primarias se tratase. Aunque en las últimas semanas, los conservadores han restado protagonismo a la idea para evitar que un resultado ajustado revierta en una nueva derrota de su líder. Desde que Rajoy lidera el PP, su partido ha sufrido seis varapalos consecutivos en las urnas. El 14-M fue el primero y más importante, le siguieron las europeas y las autonómicas en Euskadi, Galicia y Cataluña. A estas se sumó, en último lugar, la consulta sobre el Estatuto catalán. Una séptima, el 27-M, conformaría un currículo poco halagüeño como para seguir sosteniendo que "la mayoría de los españoles" respaldan su política.

Para Zapatero también es una prueba importante. Por primera vez medirá en las urnas si la ilusión ciudadana que le aupó a la Moncloa en el 2004 ha resistido los envites del agrio debate del Estatut y del malogrado proceso de paz con ETA. De hecho, volver a movilizar a aquellos que le votaron entonces es la aspiración principal del PSOE. Si lo lograra, crecería en número de concejales y gobernaría autonomías como Baleares, Canarias, Navarra o incluso la Comunidad Valenciana y Madrid.

El vídeo electoral realizado por el PSOE deja patente esa intención de recuperar el votante del 2004. La guerra de Irak abre un compendio de imágenes que insisten en que se imponga "la paz" y en que "la verdad" venza a "las mentiras", en recuerdo del 11-M. El DVD rememora lo peor del PP, con la intención de que los simpatizantes del PSOE mantengan vívidas las ganas de "derrotar en las urnas la crispación de los conservadores". Tu voto vale, lema de precampaña impugnado por la Junta Electoral, resume esa intención.

VÍDEO SOSEGADO Con el fin de que los ciudadanos se convenzan de que no ha sido el PP el que ha crispado sino los "tres años de gobierno radical y revisionista" de Zapatero, los conservadores han optado por un tipo de espot en el extremo opuesto al socialista. El mensaje del PP es "confianza", y sus candidatos se adornan con calificativos como "centristas, moderados y liberales".

Rajoy aspira a encarnar esos adjetivos, pero sin descuidar a la parroquia que ha logrado mantener motivada a base de atacar a Zapatero en su política territorial, primero, y antiterrorista después. El sosiego que emana del vídeo va destinado a los votantes que repudian la crispación y a los que deciden su voto en el último momento. A los que les va la marcha, ya los tiene convencidos.

Pese a la moderación de última hora, la presencia de Batasuna en las listas de ANV seguirá siendo un reproche diario en los mítines de Rajoy. El siguiente tema clave será la defensa de España y la patrimonialización de la bandera, encarnada en el primer acto de campaña, que el líder del PP celebró anoche en la plaza de Colón de Madrid, bajo la enseña española más grande del país.

EN LA PLAZA DE COLÓN Precisamente es el mismo escenario que utiliza habitualmente la Asociación Víctimas del Terrorismo para convocar protestas contra la política antiterrorista de Zapatero. De hecho, la asociación servirá al PP en bandeja dos actos electorales extra con las concentraciones que ha convocado para los dos sábados de la campaña.

El asunto más relacionado con los municipios y que centrará la atención de ambos partidos es la corrupción urbanística, que los dos prometen desterrar después de utilizarla contra el adversario. Como muestra, Zapatero intervino ayer en el Congreso de los Diputados para defender la ley del suelo que, según el PSOE, ayudará a erradicar ese cáncer que no distingue de ideologías.