Según la encuesta realizada por C & J Consultores para EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, el día 27 no surgirán de las urnas grandes cambios en la actual composición de las Cortes de Aragón. La correlación de fuerzas entre PSOE y PP se mantendrá casi igual, con un ligero incremento de ambos partidos en porcentaje de votos y quizás la ganancia de un escaño más por parte de los conservadores. Más apasionante se revela el pulso entre los candidatos de CHA y PAR. Y en esta ocasión aparecen indicios de que serían estos últimos quienes acabarían por llevarse la disputada tercera plaza en el ránking parlamentario. IU conservaría su único diputado.

El sondeo de EL PERIÓDICO, cuya publicación se inicia hoy (mañana aparecerán los posibles resultados municipales), refleja directamente la intención de voto. Tal y como es habitual en los estudios demoscópicos que lleva a cabo este diario, se ha evitado cualquier tipo de cocinado y se ofrecen las respuestas directas de los entrevistados a la pregunta: ¿A quién votará usted en las próximas elecciones autonómicas de Aragón?. Para proyectar los datos obtenidos sobre unos resultados a escala real y poder distribuir los escaños en juego no se ha utilizado más fórmula que la de trasladar dichos datos a los porcentajes sobre participación, teniendo en cuenta que el 12,1% de los encuestados aseguró no tener decidido el voto y que otro 31,7% eludió cualquier respuesta.

Sin más aditamentos, la encuesta asigna un 39,4% de los sufragios al PSOE (punto y medio más que en el 2003) , y un 34% al PP (que subiría algo más de tres puntos). El PAR, con un 12,7%, ganaría otro punto y medio. CHA, con un 10,9%, casi perdería tres. En cuanto a IU, se quedaría exactamente como está. La mayor diferencia radica en que hace cuatro años el número de los entrevistados que declinó contestar o aún no tenían decidido qué hacer fue el 36,9% de los integrantes de la muestra. Ahora, dicho porcentaje ha subido al 43,8%.

Un eventual reparto de los sufragios como el descrito dejaría las Cortes aragonesas en una situación casi idéntica a la de la última legislatura: 27 diputados para el PSOE (igual que ahora), 23 para el PP (uno más), 9 para el PAR (uno más), 7 para CHA (dos menos) y 1 para IU. Todo los esquemas de alianzas que se barajaron en mayo del 2003 volverán a estar sobre la mesa... Salvo que el voto oculto haga de las suyas.

La continuidad del apoyo a los socialistas y a su líder, Marcelino Iglesias, se fundamentaría en una percepción muy ajustada de cómo ha sido la labor del Gobierno aragonés en el recién concluido mandato. El 28,2% de los encuestados dio valoraciones de carácter positivo (excelente, muy buena o buena), y nada menos que un 37,5% la calificó en negativo (regular, mala o muy mala). Sin embargo, el 34,3% la consideró normal. Ahí, sin levantar grandes pasiones pero sin despertar tampoco la aversión mayoritaria de la opinión pública es donde Iglesias defiende su suelo, que podría ser a la vez su techo electoral.

Semejante estabilidad, según la encuesta, incluiría una distribución muy pareja de las opiniones al considerarlas discriminándolas por sexos, grupos de edad y hábitat. Puede observarse en tal caso que los hombres son ligeramente más críticos con la DGA que las mujeres o que los jóvenes son menos duros al calificar que las personas de edad superior a los 55 años. Pero no hay grandes diferencias que marquen algún tipo de brecha entre unos colectivos y otros. Tampoco se percibe tal fenómeno al considerar la intención de voto; como mucho cabe detectar una mayor inclinación de los jóvenes hacia la izquierda... y hacia la indecisión.

Hay entre los aragoneses una fuerte fidelidad de voto. Tan fuerte que la encuesta que hoy publicamos ofrece en Huesca y Teruel exactamente la misma distribución de escaños que ya se dio en las elecciones de hace cuatro años. Solo en Zaragoza se producen movimientos. Aquí es donde el PP gana su plaza suplementaria y el PAR avanza mientras CHA retrocede.

Pero, pese a tanta estabilidad, aún queda espacio para las sorpresas.