Es distinto cuando amas a alguien, como hoy en día creen que es amar, de cómo realmente es un amor sincero.

Me encanta mi amor por ti porque es puro. Es algo que va más allá de todo lo que la gente imagina al decir «estar enamorado». Me encanta porque no te veo de la forma en que pueden verte muchas otras personas. No me gustaría que fuera así. No eres un objeto, no eres un juguete. Eres un ángel. Eres brillante y hermoso. Como mi amor por ti.

Es algo que no puedo resistir o controlar. Y me encanta por eso: Siento la imperiosa necesidad de cuidarte, de mantener ese destello increíble que sueltas. Sostener a este amor tan limpio, impecable. Y lo escribo porque sé que pensarlo en mi mente, cada vez que te piense, no es suficiente para que quede claro que enamorarse no es ver al otro como lo han hecho ver los humanos con el tiempo. Ridículo.

Estar enamorado es querer lo mejor para quien es lo mejor de ti. Y tengo la suerte de que seas tú. Y poder sentir esas cosquillas en el estómago a miles de kilómetros de distancia, pero que ese sentimiento sea más fuerte que todo lo que nos separa.

Yo sólo quiero que el ángel que me salvó sepa que daré mi vida para salvarlo cuando le sea necesario. Y que sepa que le amo. Y le amo de la forma más inocente jamás imaginada.