La Estación Espacial Internacional (ISS por sus siglas en inglés) es una de las obras de investigación, ingeniería y trabajo de las que más orgulloso debe estar el ser humano. Además, como en su propio nombre se indica, cuenta con la colaboración y participación de muchos y diversos países, lo cual demuestra que la unión hace la fuerza, mucho más que la confrontación.

La idea nació en Estados Unidos a través de un programa llamado Freedom en el que Ronald Reagan, por entonces presidente de la nación, se dirigió a la población en el año 1984 para anunciarles la intención de construir una estación permanente en el espacio. Hasta el final de la década se llegó a acuerdos de colaboración y de unión con la ESA (Agencia Espacial Europea), CSA (Agencia Espacial Canadiense) y con Japón. A tenor de las restricciones presupuestarias, finalmente se rediseñó el proyecto inicial y nació la actual ISS.

En el 1993 se aprobó el presupuesto en el congreso de Estados Unidos, que sería de 2,1 billones de dólares por año hasta un máximo de 17,4 billones. Posteriormente, sucedió un hito histórico. Después de décadas de guerra fría y de tensión, dos gigantes como Estados Unidos y Rusia por fin se unieron, ya que el país norteamericano formuló una invitación que poco después sería aceptada por Moscú. Con el paso del tiempo fueron agregándose más países colaboradores y, a día de hoy, hay 16 y España es uno de los que se encuentra en la lista.

Por fin, el 20 de noviembre del 1998, es decir, hace 19 años, el cohete ruso Protón puso en órbita el primer módulo de la Estación Espacial Internacional, llamado Zarya, que estaba destinado a proporcionar la energía y propulsión iniciales. Dos semanas después, el 2 de diciembre, llegó el turno del nodo Unity de la NASA a través del transbordador espacial Endeavour. El 2 de noviembre del 2000, y ya con el módulo ruso Zvezda integrado también, llegaron los primeros tripulantes y, desde ese día hasta hoy, siempre ha habido al menos dos personas investigando en la ISS. Los pioneros fueron el estadounidense William Shepherd y los astronautas rusos Serguéi Krikaliov y Yuri Guidzenko.

La estación siguió creciendo hasta que se pudieron realizar paseos espaciales. Además, otro de los hitos fue la instalación de enormes placas solares que dotan de energía a los diferentes módulos.

Entrando ya más en cifras, la Estación Espacial Internacional se encuentra orbitando alrededor de la Tierra a unos 400 kilómetros de altura, mide 109 metros de largo y 88 de ancho. Un dato importante es el volumen presurizado, que alcanza los 916 metros cúbicos, por lo que es la estructura más compleja presurizada hasta la fecha. Además, tiene una capacidad máxima de seis tripulantes al mismo tiempo, aunque por la ISS ya han pasado más de dos centenares de visitantes, la mayoría de Estados Unidos y de Rusia.

En la larga lista también se incluye un español, que es el astronauta Pedro Duque. Nacido en Madrid, se licenció en la Escuela Técnica de Estudios de Ingenieros Aeronáuticos con una nota media de 10 y comenzó a realizar trabajos para la Agencia Espacial Europea en Darmstadt. Fue entrenado en Rusia y Estados Unidos y su primera misión espacial tuvo lugar en el año 1998 a bordo del Discovery. En el 2003 llegó el turno de la visita a la Estación Espacial Internacional, a bordo de una Soyuz, para realizar la labor de ingeniero de vuelo.

Otros datos interesantes son que tiene cuatro laboratorios, ocho paneles solares cuya longitud alcanza los 73 metros, posee unas 2,3 millones de líneas de código de software y, uno de los más espectaculares, es que orbita alrededor del planeta a 27.743 kilómetros por hora, por lo que completa una vuelta entera a la Tierra en 93 minutos. Por eso, desde que se puso en órbita ha completado unas 110.000 vueltas al planeta.

La estación simplifica experimentos individuales, eliminando la necesidad de que los lanzamientos de cohetes y personal de investigación estén por separado. Los campos principales de investigación incluyen la astrobiología, la astronomía, la investigación humana, incluida la medicina espacial y ciencias de la vida, ciencias físicas, ciencias de los materiales, el clima espacial y el clima en la Tierra (meteorología).

Hasta el pasado mes de marzo, cuando la Estación Espacial Internacional dio a conocer su último informe de utilización actualizado, se habían llevado a cabo 2.082 investigaciones que han supuesto más de 1.300 artículos divulgativos en revistas de primer orden científico.

Por sus condiciones atípicas hay muchos ámbitos sobre los que estudiar. Uno de los más ambiciosos y difíciles es la detección de materia oscura, para lo que se construyó un Espectrómetro Magnético Alpha (AMS). En suma, hay otros estudios como por ejemplo sobre la cristalización de proteínas; efectos y mejora de la vida en baja gravedad, ya que puede provocar atrofia muscular; pérdida de masa ósea o alteraciones en el corazón y en el sistema circulatorio, entre otros efectos; los fenómenos de la Tierra desde otra perspectiva; o cómo se comportan seres vivos, tanto plantas como animales, en el espacio exterior. De momento tiene financiación hasta el año 2024, pero no se descarta que sea actualizada, sustituida o prorrogada para continuar con la excelente labor de investigación y cooperación internacional que se está desarrollando en la inmensidad del espacio.