Aragón es un ejemplo para otras comunidades autónomas en la prevención de la delincuencia juvenil. La comunidad tiene uno de los índices de delincuencia más bajos, pero también es uno de los lugares donde más medidas educativas se aplican a los menores que han cometido algún delito. Es decir, cuando un menor comete un delito, este se intenta resolver con intervenciones socioeducativas en lugar de con sentencias de los tribunales.

Aragón fue una comunidad pionera en la puesta en marcha, hace 10 años, de un Equipo de Atención Educativa a Menores de 14 años (EMCA) que cometen infracciones para prevenir que vuelvan a cometer algún otro delito. En el 2017, este equipo formado por cuatro educadores sociales trabajó con más de 330 chavales en situación de riesgo.

Otra importante labor que desarrollan estos profesionales son las charlas preventivas que se imparten a docentes, padres y escolares menores de 14 años en centros educativos de la capital aragonesa. En estas sesiones se les explica qué son los delitos, qué conductas hay que evitar y se trata de desmontar algunos de los mitos en torno a la ley de responsabilidad social del menor en lo que respecta a los menores de 14 años..

Durante el 2016 se realizaron un total de 244 charlas preventivas en 80 centros educativos y formativos, a las que asistieron 6.349 personas. Como novedad, hace dos años se puso en marcha un programa específico sobre el uso inadecuado y los riegos que plantean las tecnologías de la información y la comunicación, con una participación de 170 personas en 2016.