Ellos quedaron en el supermercado, en lunes, para comprar unas cosas para la cena que iban a hacer a las nueve de la noche.

Quedaron en la puerta. la mujer iba a ir de blanco con un vestido un poco ajustado. El señor iba a ir de un marrón un poco oscuro, porque el traje que pensaba llevar se le manchó.

La verdad es que pegaban bastante el uno con el otro.

Ya es la hora, tras la larga espera, justo a las ocho y media, llegan dos personas; una compra leche, y la otra, café.

Justo en el momento en que las dos personas están comprando, ellos se conocen. Nada más verla, él se dio cuenta de la calidad del vestido, hermético, no se le escapaba ni una gota.

Un segundo después se oyó: la leche está al cincuenta por ciento; la leche se sintió halagada y se sonrojó.