Según las últimas estadísticas de la Seguridad Social, en Aragón hay actualmente más de 300.000 pensionistas. De estos, no todos lo son por jubilación, ya que también se consideran «pensionistas» las personas viudas, hijos de padres o madres fallecidos o las personas con alguna incapacidad que les impide trabajar que reciben una pensión.

Aragón cuenta exactamente con 191.506 pensionistas jubilados, que cobran de media 1.128,92 euros mensuales, aunque con diferencias muy abultadas entre los que más y los que menos cobran.

Según un informe elaborado por los técnicos del Ministerio de Hacienda, 85.000 pensionistas aragoneses viven por debajo del umbral de pobreza, con ingresos inferiores a 585 euros mensuales.

Por otra parte, que una persona haya ganado mucho dinero en su trabajo tampoco garantiza una vejez de lujos y excesos. La pensión máxima por jubilación que se puede percibir en nuestro país se sitúa en los 2.100 euros mensuales.

Las dificultades que tienen las mujeres para el acceso y continuidad en el mercado laboral y la brecha salarial pasan factura y hace que sean también más vulnerables llegada la vejez.

Las mujeres asumen mayoritariamente el cuidado de las personas dependientes, hijos e hijas, lo que les perjudica a la hora de recibir un salario, optar a empleos con ingresos más altos o trabajar a jornada completa.

«El sistema de pensiones perpetúa estas desigualdades de género, ya que penaliza gravemente a las personas que cotizan menos años y por menos importe. También las últimas reformas han agravado esta brecha», aseguran desde la Coordinadora en Defensa de las Pensiones Públicas.

La pensión media que reciben las pensionistas aragonesas es de 775 euros, frente a los 1.262 euros que perciben los hombres. Esto supone una brecha de género del 38,55%. De los 191.506 pensionistas que tiene Aragón, el 32,49% son mujeres.